Claudio María Dominguez se presentará este domingo, 3 de noviembre, en Mar del Plata, con su propuesta “Cómo crear la vida que te merecés”.

El periodista, escritor y conductor, quien asegura que “nadie puede hacerte infeliz sin tu consentimiento”, estará a las 20.30 en el Teatro Roxy Comedy (San Luis 1750), compartiendo herramientas para vivir una vida plena y superarse en todas las áreas.

“La depresión es la necesidad de que algo de afuera siga llenando mi vida” define, el difusor de mensajes espirituales quién hace énfasis en la importancia “ser el dueño de tu propia historia”, en una charla con LA CAPITAL.

– ¿De qué se trata “Cómo crear la vida que merecés”?

– Significa que sos el dueño de tu historia en este momento. Que si viviste una vida ajena, que te impusieron con sistemas de creencias desde que naciste, que no te han hecho ser especialmente feliz, es tu momento de tomar tu vida en tus manos. El único instante que puede definirte es el ahora. El pasado ya pasó, el futuro no llegó. La mente va todo el tiempo de izquierda a derecha, pasado/ futuro futuro/pasado. Cuando decido yo ser yo, y no lo que me dijeron que era, cuando decido manejar mi vida con un merecimiento diferente, con palabras distintas, con pensamientos, con emociones diferentes, es cuando decido ser el héroe de mi historia de amor y no el actor de reparto de la película de los demás. Mi propuesta es muy simple: cuando tomes la decisión de ser feliz y de no responder a la mirada social, cuando te hagas libre y no tengas que negociar tu libertad, te darás cuenta de que nadie puede hacerte infeliz sin tu consentimiento.

– ¿Qué es ‘ser feliz’? ¿Creés que hay una idea equivocada de ello en la actualidad? ¿Hay confusión entre felicidad y éxito?

– Por felicidad se entiende manejar la mente. Porque si yo digo la felicidad son momentos cuando me pasa tal cosa, cuando no me pasa esa tal cosa, soy un infeliz crónico. La felicidad tiene que ser un estado constante de observación de tu vida, de manejo de esa telenovela que parece tan real y atrapante y que vos podrías modificar si entraras en tu potencial interno infinito. El éxito es simplemente saber quien es uno. Es moverse en un estado pleno de salud física, mental y emocional por el planeta. El éxito no es la figuración ante la mirada social que destruye, justamente, la verdadera felicidad. La felicidad es saber quiénes somos y no permitir que el mundo nos destruya y nos agobie, sino hacer que nuestro paso por el mundo sea adorable.

– ¿Por qué creés que hay tanta depresión y, a la vez, no se presta atención a ella? ¿Cómo abordarlo?

– La depresión es la frustración de no haber llegado a descubrir quién sos. Es repetir que soy permanentemente lo que me dijeron que yo era. Hay una frase divina que trabajo en las charlas que es: “Todo lo que yo he creído hasta ahora qué era, es lo que no soy, y todo lo que hasta ahora no me atreví a creer que era, es lo que siempre fui. ¿Quién soy? ese que yo soy”.

Todas las grandes enseñanzas espirituales dicen que yo soy. No los adjetivos calificativos que el mundo me enchufa. Cuando capto la plenitud en mí, se va la depresión.

La depresión es la necesidad de que algo de afuera siga llenando mi vida. Ahora aparecí yo y me llené mi vida. Y vemos desde aquí cómo sigue mi paso por este plano, como sigue el primer día del resto de una vida diferente a todo lo que viví hasta ahora.

– ¿Es difícil cultivar la empatía en estos tiempos?

– Este es el momento de entender que el famoso karma, más allá de ser una palabra exótica que le gusta la gente es: todo lo que hagas vuelve multiplicado. Nadie escapa de uno mismo, nadie escapa de la conciencia. Se puede escapar de la reputación, que es la mirada del otro. Pero nadie escapa realmente de la verdad interna. Todo el bien que hagamos nos eleva, nos protege. Y todo el mal que hagamos nos envuelve también patéticamente. Después nos preguntamos porqué nos va cómo nos va. Cómo podemos pretender resultados distintos si seguimos siendo y haciendo lo mismo. Entonces siempre hay que entender eso. No es el otro de afuera, soy yo en ese cuerpo. Todo el servicio que le haga a la humanidad, cuanto más sea yo un servidor genuino de la luz, mi vida pasa a ser una vida en serio, una vida dichosa, no una mera supervivencia biológica. Ya no confundo más ganarme la vida con tener una vida. Ahora tengo una vida y sé quien soy.

– ¿Por qué creés que la espiritualidad gana terreno frente a las religiones?

– Porque las religiones, de religiosas no están teniendo nada. La palabra religión viene del latín religare, volver a sumar. Y las religiones dividen en vez de sumar. La base de las religiones siempre es el amor. La gran enseñanza de Jesús, de Buda, de Rahama, de Krishna, de Mahoma, el profeta de Alá, siempre es el amor. La Pachamama, el Corán, la Cabalá, siempre es el amor. El hombre desvirtúa y hace que Dios baje a un nivel de ego mental mundano patético, como una excusa para destruir al prójimo. Esas religiones hacen que una persona vaya a la Iglesia y rece a la estatua como si fuera Dios, pero salen de la Iglesia y no pueden ver a Dios en un enfermo, tenemos un problema. Yo siempre propongo ser religioso de verdad, crea en usted mismo. Si usted es católico, sea un gran católico, si usted es judío, sea un gran judío. Si es ateo, sea una gran persona, respete la vida, ame, respire y lo demás es puro cuento