Antes de llegar a Mar del Plata, ciudad en la que siempre se siente cómodo, Andrés Ciro Martínez, o solo Ciro para sus miles de fanáticos, ofreció una entrevista con LA CAPITAL en la que repasó la enorme convocatoria que tiene su música. Una repercusión que empezó con los “Los Piojos” primero y, sigue ahora, con “Ciro y los Persas”, su proyecto que ya lleva una década de vida sin echarse a perder.

Algunas de esas canciones sonarán esta noche desde el Estadio Polideportivo “Islas Malvinas”, oportunidad en la que volverá a encontrarse con su público marplatense y con aquellos que, verano mediante, andan por estas costas oriundos de diversas regiones en plan de descanso.

Los números rubrican la aceptación que las mayorías dieron a los sonidos del compositor y también armonicista. Desde que arrancó a cantar, actuó más de sesenta veces en el Luna Park, verdadero récord de presentaciones. “Me da orgullo, porque es un lugar muy querido el Luna y es un lugar con mucha historia, alguna vez cuando era chico mi papá me llevó a ver boxeo, cantó Frank Sinatra, Pavarotti, pasaron los grandes del box y bueno, me sorprendió” ese número, dice el músico.

Justamente, “Ciro y los Persas” despidió el año 2019 con dos Luna Park agotados en diciembre. Con los seis conciertos del año pasado, Ciro llegó al récord de treinta y seis Luna Park en lo que va de su carrera solista. Y contando los conciertos que hizo con Los Piojos allí, son más de sesenta shows en el Luna Park.

Además, en estos diez años Ciro y los Persas tocó dos veces en el estadio de Ferro, una en Vélez y una en River, donde Ciro se transformó en el único artista nacional en presentarse allí con dos proyectos diferentes (con Los Piojos, y con su actual carrera solista). Y el verano pasado cantó en un concierto multitudinario en el Paseo Hermitage.

“En el Luna (el año pasado) tocamos algunos temas viejos que incluso nunca habíamos tocado de Los Piojos, algún tema medio raro de los Persas y tuvieron muy buena respuesta, así que seguro habrá algún tema de esos, viejos, medio extraño si se quiere”, adelanta y evalúa el presente de su banda: “Ciro y los Persas está sonando muy bien, estamos con muy buena expectativa”.

Además, como banda expandieron sus horizontes. Llegaron a España y a Montevideo, Uruguay, y tras la presentación de esta noche tienen previsto llegar a Paraguay el 1 de febrero, dentro del Festival Reciclarte.

“La recepción en España y en Uruguay fue muy buena”, cuenta. “En Uruguay somos como un clásico y la gente nos quiere mucho, siempre es un show muy caliente y en España estuvo buenísimo, hubo muchos argentinos, con mucha nostalgia e incluso conociendo los temas de Ciro y los Persas. Creía que al ser gente que capaz no te acompaña desde hace unos cuantos años no iban a conocer lo nuevo y solo conocerían (las canciones de ) Los Piojos y sin embargo no, conocían todo lo de Ciro y los Persas y hubo mucha gente”.

-¿Cómo se mantiene intacta esa convocatoria durante tanto tiempo?

-Yo creo que una cosa fundamental es laburar y darle a la gente esfuerzo, esforzarse y renovarse y darle todo lo que uno pueda. Eso es lo que está en manos de uno, después la gente elige, nada garantiza el éxito, de parte uno pongo todo lo que está a mi alcance y eso hace que la gente lo valore y que sea interesante la propuesta.

-¿Hay una suerte de cheque en blanco que firmó la gente con la banda o sentís que no, que te tienen que validar disco a disco?

-No existe el cheque en blanco para ningún artista, los artistas pasan, como todo en la vida, no hay ningún cheque en blanco para nadie, uno tiene que esforzarse cada show, cada disco y en lo que haga.

-¿No es al revés, el arte es el que queda y las personas son las que pasan?

-El arte puede quedar, pero eso es algo que nadie tiene asegurado, no existe el cheque en blanco, el arte puede quedar pero puede pasar, de todos los artistas (que hubo en su época) nosotros conocemos a Mozart, pero músicos contemporáneos a él habrá habido muchos y quedó la obra de Mozart y de algunos pocos. Hoy en día en que todo es mucho más rápido y la cantidad de ofertas y las posibilidades del consumo son muchísimo mayores que hace quince años, es mucho más fácil pasar de largo, pasar de moda y nadie está exento de esa posibilidad, uno puede hacer todo lo que esté a su alcance pero después la gente va a ser la que elige.

-Hace poco te manifestate en contra de las megaminería en Mendoza, una actividad que amenaza el agua. ¿Te parece importante sumar tu voz a causas sociales?

-Creo que todo lo que sume sirve y creo que hay que cuidar muy bien recursos tan importantes como el agua, más en el caso de una provincia que tiene mucho desierto y que la producción, por ejemplo del vino, depende mucho del agua.

–¿Qué rituales tenés en Mar del Plata?

-Es un lugar muy querido, desde chico que voy, es una ciudad con muchísimas posibilidades, con mar, toda la vista de la costa, es muy linda, para salir, para ir a la playa, es una ciudad única en la Argentina. Casi siempre que voy alguna noche voy a cenar a un lugar de pastas, me tomo algún gin tonic, si puedo voy a pescar, recorro un poco, a veces juego al golf. Tengo siete operaciones de rodilla y la última vez que jugué al fútbol me desgarré. Cuando voy algún amigo me invita a Playa Grande o Acantilados, mis rodillas no me permiten volver a jugar al fútbol.

-¿Qué deseás para este 2020?

-El deseo es trabajo para todo el mundo y prosperidad.