La Escuela Polivalente de Arte o “El Poli”, como lo llaman quienes tuvieron relación con la institución, cumplió cincuenta años y el aniversario motivó una serie de trabajos especiales sobre el edificio, tarea que lleva adelante la cooperadora la escuela ubicada en Santa Fe y la diagonal Alberdi.

“Así como Mar del Plata cumplió 150 años y lo celebra todo el año, la idea es que se festeje todo el año”, señalaron tres de las integrantes de la cooperadora, Adriana Molina, Alicia Coppolillo y la presidenta, Verónica Scarnichio.

El grupo organiza un festival de música callejero para los primeros sábados de junio, donde se venderá comida para recaudar fondos.

Y además, la principal tarea de la cooperadora recae sobre el salón de usos múltiples de la escuela, el SUM. Se trata de un espacio muy grande y antiguo, que fue el salón comedor y desayunador del Hotel Majestic.

“Es un salón con piso de pinotea que está en la planta baja, era el desayunador (del viejo hotel), cuando el edificio se compró en el 2003 recién ahí tuvimos la posibilidad de acceder a ese espacio, hace unos veinte años. Y lo cuidamos mucho, lo usábamos solo para danzas clásicas, no tenía un uso intenso, hasta que hace unos quince años eso se perdió, y ahora se usa para todo, incluso para las danzas folklóricas que son contraproducentes para los pisos”, contaron las trabajadoras de la cooperadora. Ese uso motivó su mantenimiento.

Cabe recordar que el edificio de la escuela fue parte del exhotel de 80 habitaciones. Es ahí donde funcionan hoy las aulas. Esta construcción cumplirá cien años en 2024 y necesita constantes reparaciones.

En ese sentido, la cooperadora lleva a cabo la pintura de todo el SUM, que en la actualidad se utiliza como lugar de reuniones y donde se realizan algunos de los muchos espectáculos que propone la escuela.

Madres y padres de alumnos y alumnas del Polivalente llevan adelante los trabajos de pintura todos los sábados de 9 a 17. Están organizados para colaborar con el mantenimiento del espacio.

“El Poli” es un secundario orientado en arte: ofrece especialidades en danza, artes visuales, grabado y música. Y, además, ese mismo edificio comparte espacio con el IPA (Instituto de Profesorado de Arte) que funciona en horario nocturno y ofrece carreras terciarias. Muchas de las actividades artísticas se realizan en el SUM.

“El edificio está abierto desde las 7 de la mañana a las 11 de la noche”, contaron las integrantes. Por eso se hacen tan necesarias las reparaciones edilicias.

Tareas sobre el techo, los baños y sus accesorios, sobre cerraduras, espejos, pisos y el buffet son trabajo constante del grupo, que también se dedicó a comprar instrumentos musicales y a afinar el piano cada año, entre otras actividades que se sostienen con el aporte anual de las familias.

El viejo ascensor del edificio, que data de la segunda década del siglo XX, se encuentra sin funcionamiento. Desde la cooperadora buscan a quien sepa reparar el artefacto, con el fin de que pueda ser utilizado, tal como ocurría no hace mucho tiempo.

“La mayoría de los exalumnos tenemos un lazo con la escuela que no se corta”, dijo Coppolillo, exalumna, exdocente y ahora parte de la cooperadora. Diferentes generaciones de familias pasaron por estas aulas, y muchos de los exalumnos son destacados artistas del país, informaron.

“El Poli” se levanta en esta esquina muy cerca del mar desde 1982. Desde 1974 a 1982 funcionó en la escuela de artes y oficios de San Martín y Chile. Fue creado en mayo de 1974 desde el entonces Ministerio de Educación de la Nación junto a otras veintiún instituciones del mismo tenor, polivalentes de arte que estaban esparcidos en todo el país y que permitían que los alumnos y las alumnas tuvieran doble escolaridad y egresaran con el título de docente en artes. El de Mar del Plata nació especializado en danzas folklóricas.

Desde 1994 es parte de la gestión provincial, antes fue nacional. “Fue durante veinte años una escuela nacional y ese es el espíritu que perdura en la escuela”, contaron las mujeres.

Y recordaron que en la década del ’90 la idea de las autoridades políticas de entonces era “hacer desaparecer al Polivalente, querían sacar los talleres de arte de la tarde”.

Fue el trabajo y la resistencia de la comunidad educativa la que permitió sostener esta clase escuela en la que, si bien ya no se egresa con el título de magisterio en arte, sí se imparte una educación artística de la que se beneficia un alumnado formado en la actualidad por cerca de seiscientas personas.