La Justicia Federal decidió dar por culminada la investigación contra Sergio “Cocón” Sala y ponerlo a disposición del Tribunal Oral para que se le haga un juicio por considerarlo líder de una banda narco que además lavó una gran cantidad del dinero producido.

Sala, al que informes judiciales calificaron durante años como un “mito” de la droga en Mar del Plata, afrontará una larga lista de cargos: “jefe de una asociación ilícita, autor del delito de organizador de actividades de narcotráfico y contrabando de estupefacientes, coautor del delito de lavado de activos, agravado por ser realizado con habitualidad y en el marco de una organización, y coautor del delito de transporte de estupefacientes, los cuales concurren en forma real entre sí”.

Además de Sala también llegarán a juicio varios integrantes de su grupo familiar, como las dos mujeres con las que tuvo hijos, sus dos hermanas y un cuñado, junto a otros tres hombres y una mujer.

El juez Santiago Inchausti resolvió no hacer lugar a las oposiciones de elevación a juicio y a los pedidos de sobreseimientos de los defensores.

Sala fue detenido en marzo de 2019 en el marco del denominado Operativo Poseidón, durante el cual si bien no se secuestraron cantidades significativas de droga la Justicia se hizo de decenas de vehículos y propiedades, como así de dinero en efectivo.

Para llegar a Sala, tarea que no fue fácil durante años porque el propio sistema de justicia reconoció que gozaba de protección, fue necesario reunir una importante cantidad de expedientes en los que aparecía mencionado. Fue la fiscal Laura Mazzaferri la que unificó causas gracias a un aporte de la justicia bonaerense que a través del CATI (Cuerpo de Ayuda Técnica a la Instrucción) elaboró un informe detallado.

La investigación determinó que los imputados “mediante la distribución de roles y capacidad para articular acciones, habrían desarrollado, al menos desde el 27 de abril de año 2008 y hasta el 27 de marzo del año 2019, maniobras de tráfico ilegal nacional y trasnacional de estupefacientes y el lavado de activos. La organización criminal tenía como jefe y organizador de actividades de tráfico y contrabando de estupefacientes a Sergio Víctor Sala, mientras que los otros sujetos acusados la integraban en calidad de miembros, en los roles e intervenciones que serán precisados en el marco de este dictamen”.

Bullrich, con quien luego fuera secretario de seguridad de Mar del Plata, Darío Oroquieta, durante la presentación del Pperativo Poseidón.

Los delitos

Cuando en marzo de 2019 la entonces Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentaba en la Escollera Norte la gran cantidad de automóviles secuestrados al clan Sala, la investigación había llegado a un punto crítico de acumulación de pruebas.

Fueron 26 allanamientos, la mayoría de ellos en Mar del Plata, pero otros tres en Tigre, Misiones y en la pequeña localidad de La Caleta, partido de Mar Chiquita.

Esos operativos fueron el resultado de la investigación de Mazzaferri iniciada en 2014 con el análisis de más de 10 causas en las que Sala aparecía mencionado como un actor fuerte del narcotráfico en Mar del Plata y la zona.

Así fue como poco a poco se fueron sumando elementos de prueba, mayormente vinculados al lavado de activos a través de actividades legales como la compra y venta de automóviles. Sala era propietario de la agencia Mundo Car, en Colón al 5100, y en esas operaciones comerciales se “lavaba”, según la Justicia, gran parte de los activos obtenidos del narcotráfico.

También se descubrieron otras sociedades a nombre de algunos de los miembros del clan que posibilitaron la compra de inmuebles. “Las maniobras de lavado de activos se concretaron, a través de distintas actividades dirigidas a disimular el origen espurio de los fondos y, en su caso, su vinculación con los verdaderos propietarios –precisándose con mayor profundidad luego lo acontecido en relación con cada uno de los bienes en cuestión- en haber adquirido la posesión de, al menos, quince inmuebles”, dice ahora Incahusti en su fallo.

El delito de transporte de drogas que se le atribuye tanto a Sala como a Cintia Taberna obedece a un hecho descubierto con posterioridad al Operativo Poseidón… pero que ocurrió mucho antes. Se los acusa de “haber transportado, en un momento no determinado pero comprendido entre el día 5 de julio del año 2017 y el 11
de enero del año 2018, a bordo de la camioneta automóvil Fiat Strada dominio LFY-183, dos bolsas de nylon, las cuales contenían respectivamente 955 gramos y 675 gramos de metanfetamina MDMA (Éxtasis). El hecho fue constatado el día 5 de junio del año 2019”. El 11 de enero de 2018 el automóvil fue denunciado como robado y al ser hallado por la policía se lo guardó en la playa de estacionamiento de la Policía Federal. En 2019, cuatro meses después de la caída del clan, se revisó el vehículo y fue hallado el valioso cargamento de droga sintética.

Además de Taberna, están imputados Bettina Sala, maría Sala, Brenda Maldonado, Santiago Carrivale, Johanna Taberna, Roberto Fernández, Walter Josserme, Tania Di Norcia e Ignacio Luzuriaga. Cada uno de ellos, para la Justicia Federal, cumplieron roles determinados en la organización.

Con el fallo de Inchausti ya se torna inapelable la elevación a juicio y se dependerá de la agenda del Tribunal Oral Federal para saber cuándo se celebrará.

De todos los imputados, solo Sergio Sala permanece en prisión, en el complejo federal de Ezeiza.