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Opinión 10 de abril de 2025

Ciencia, patentes y futuro

Por Adrián Alveolite

Hoy, 10 de abril, se conmemora en nuestro país el Día del Investigador Científico, una fecha que rinde homenaje al nacimiento de Bernardo Houssay, Premio Nobel de Medicina y símbolo del talento científico argentino. En este marco, es oportuno reflexionar sobre la importancia de la investigación científica como motor del desarrollo nacional, y sobre el rol clave que juega la propiedad intelectual para que ese conocimiento se traduzca en oportunidades concretas.

La investigación científica es la semilla de la invención. Y cuando esa invención se transforma en innovación, no solo genera avances tecnológicos, sino que multiplica las capacidades del sistema productivo, abre nuevos mercados y mejora la calidad de vida de las personas. Pero para que ese ciclo virtuoso se complete, es fundamental proteger las creaciones mediante sistemas sólidos de propiedad intelectual, en especial a través de las patentes.

En este sentido, se renuevan hoy las expectativas respecto a la posible incorporación de Argentina al Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT, por sus siglas en inglés). Este tratado, del cual forman parte más de 150 países, simplifica y abarata el proceso de solicitud de patentes a nivel internacional, permitiendo a los inventores extender la protección de sus desarrollos a múltiples mercados con una única presentación inicial.

La adhesión al PCT sería una herramienta clave para potenciar la proyección global de la ciencia y tecnología desarrolladas en el país, facilitando a investigadores, universidades, startups y empresas argentinas una inserción más competitiva en la economía del conocimiento.

Hoy, en este día tan simbólico, es momento de reafirmar nuestro compromiso con una ciencia nacional fuerte, articulada con el sistema productivo y respaldada por políticas públicas que promuevan la innovación. Apostar a la investigación y a su protección jurídica no es un lujo, es una estrategia de desarrollo.

Porque detrás de cada invento que se convierte en innovación, hay un científico, un equipo, una historia, y sobre todo, una posibilidad de transformar el presente en un futuro mejor.


El autor es abogado, magister en Derecho Empresarial y diplomado en Propiedad Intelectual. Docente U.FASTA. Integrante del Equipo Técnico Profesional de la Incubadora de la UNMDP. Socio en Estudio Rawson. Director Ejecutivo de la Consultora Rawson-IP-LAB (Laboratorio de Propiedad Intelectual y Nuevas Tecnologías).