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La Ciudad 16 de marzo de 2017

Choferes fantasma: allanan empresa y la casa de los investigados

La medida fue dispuesta por el juez Santiago Inchausti, quien se hizo cargo de la causa iniciada por el fiscal Fernando Berlingeri y que debió ceder la competencia ante la presunción de delitos federales. Intentan establecer si las compañías de micros realizaron falsas contrataciones de choferes para defraudar al Estado con el cobro de subsidios.

Tras haberse hecho cargo de la causa de los “choferes fantasma” el juez federal Santiago Inchausti dispuso realizar ayer varios allanamientos en domicilios de empresarios y un contador, y en las oficinas de la empresa 25 de Mayo, una de las compañías de micros de Mar del Plata sospechadas de haber incrementado de manera ficticia su nómina de personal con el aparente propósito de percibir mayores subsidios del Estado de los que les hubiese correspondido cobrar.
Los procedimientos, que se iniciaron cerca del mediodía y continuaron hasta la noche, se constituyeron en una de las primeras medidas adoptadas por la Justicia Federal luego de que aceptara continuar con una investigación que había sido desarrollada por el fiscal de Delitos Económicos de la Justicia provincial, Fernando Berlingeri.
Uno de los principales allanamiento se produjo en las instalaciones que la empresa posee en avenida Constitución al 10000, donde funcionarios judiciales y de la Policía Federal requirieron documentación y se los pudo observar revisando vehículos.
El abogado de la empresa, Cesar Sivo, reprochó que la primera decisión del juez Inchausti al hacerse cargo de la investigación haya consistido en ordenar un allanamiento. “Me parece algo sobreactuado desde el momento en el que las empresas y sus ejecutivos estuvieron siempre a disposición de la Justicia y presentaron todos los documentos que se les pidió, los cuales figuran en el expediente”, indicó.
La causa se inició en abril de 2016 partir de una denuncia del abogado laboralista Julio Hikkilo, quien llevó a la Justicia los testimonios de varias personas que aparecían en los registros de la Anses y la AFIP como choferes de las empresas de micros, cuando en realidad, nunca habían desempeñado esa tarea.
Todos ellos, en su mayoría desocupados, habían descubierto su situación al intentar cobrar su Asignación Universal por Hijo.
La denuncia quedó en manos del fiscal Berlingeri, quien determinó que había decenas de personas en la misma situación, muchas de las cuales figuraban en los registros de personal de la 25 de Mayo y la 12 de Octubre sin sus consentimientos.
Según el funcionario las “falsas contrataciones” se habrían producido entre los meses de enero y febrero de 2016, con la aparente intención de que las empresas cobraran durante esos meses mayores subsidios de los que les hubiese correspondido percibir.
Tras una extensa investigación, a finales del año pasado Berlingeri consideró que la maniobra, por tratarse de un presunto fraude contra el Estado nacional, debía seguir siendo investigada por la Justicia Federal.
Por eso motivo le trasladó la competencia a ese fuero.
Días atrás el fiscal le había explicado a LA CAPITAL que durante su investigación había detectado que “como patrón común” muchos de los falsos choferes “eran personas que en algún momento habían acercado un currículum a las empresas y que habían sido dadas de alta sin su consentimiento en enero de 2016 y dadas de baja en marzo de ese mismo año”.
En la causa consta que por ejemplo la empresa 12 de Octubre contaba en diciembre de 2015 con 122 empleados declarados, cifra que en enero se elevó a un total de 253.
La 25 de Mayo, en tanto, declaró tener 578 empleados en diciembre de 2015 y en enero, 753. Durante la investigación, Berlingeri identificó en los formularios presentados por las empresas ante AFIP tres firmas: la de los empresarios Juan Inza y Diego Basílico y la del contador Federico Pomero.
Para el fiscal, la presencia de los “choferes fantasma” tuvo como objetivo elevar el monto de los subsidios percibidos entre enero y marzo de 2016 por las empresas, permitiendo que todas ellas cobraran de manera indebida una suma estimada de 11,4 millones de pesos.
Al transferir al causa a la Justicia Federal el fiscal Berlingeri advirtió que si existían delitos federales debían imputarse a los dos empresarios y al contador.