Hace ya casi 25 años que la curiosidad invadió las venas de los hermanos Echeverry. Fue en el año 1996 cuando Juan Ignacio y Juan Federico, en un almuerzo familiar, descubrieron que su abuela Nilda había heredado una receta para fabricar cerveza artesanal.

Tuvieron que pasar 15 años, mucha investigación y la llegada de nuevos insumos, para que pudieran realizar la primera cocción casera de cerveza artesanal. El resultado “una porquería”. Los hermanos Echeverry tenían una peña con amigos los domingos y empezaron a llevar la cerveza en botellas, de fermentación natural. Uno de sus amigos, dueño de un restaurant en la ciudad, les propuso llevar la cerveza a su negocio. Según Juan Federico, “un loco más loco que nosotros que se la jugó”.

Fue allí cuando inició la “aventura”. Dejaron el hobby de lado y comenzaron con las cocciones “en serio”, hasta que llegó un momento que no podían abastecer a su amigo por temas de infraestructura.

Si ya estaba loco desde un principio, aún más cuando le ofreció a Federico y a Juan Ignacio usar las instalaciones de una fábrica en desuso y poner en marcha una cervecería propia. Finalmente, se asociaron. Solo faltaba lograr los productos que pondrían a la venta. Después de estar más de dos años sin vender cerveza, cocinando a nivel industrial buscando el mejor producto, salieron a la cancha con diferentes estilos y año a año llegaron los reconocimientos.

En el 2013 nace comercialmente Cheverry y conquista la primer medalla, en este caso de plata con su Blonde Ale en la Copa Libertadores de Cervecerías, la South Beer Cup.

A partir de allí los premios obtenidos fueron un indicio que la dedicación y el esfuerzo iban por un buen camino. Hoy en día cosechan 21 medallas y 4 reconocimientos, que incluyen dos veces Segunda Mejor Microcervecería de Sudamérica, Mejor Microcervecería argentina, y mejor Barley Wine en su categoría en la Copa Cervezas de América GCA Chile 2017.

El tercer bar Cheverry abrirá sus puertas al público el miércoles 15 en avenida Constitución 4736.

Se podrán degustar más de 15 estilos cerveceros propios de Cheverry y exquisitos platos pensados para un maridaje perfecto. La reciente Belgian Dark Strong y las premiadas Barley Wine y Old Ale serán el broche de oro.

El nuevo bar contará con una superficie cubierta de 400 metros cuadrados. Dos barras con más de 15 canillas. La estética única e inconfundible que identifica los bares de Cheverry también estará presente aquí. Una barra central que refleja su origen en la herencia familiar, rodeada de elementos, transformado en una sinergia constante de sensaciones y experiencias. Lo natural expresado en la madera que se recuesta sobre el boticario, como quien guardase un secreto…aquella receta de la abuela queda bien protegida en sus ingredientes. Todo se recuesta sobre el fondo de barra, la pizarra y las placas informativas que comunican e interactúan con el entorno, brindando la información necesaria, sin aturdir los sentidos pero invadiéndolos sutilmente.

La creación de únicos artefactos lumínicos también es dueña de un minucioso proceso de selección y elaboración. Por último una red de lámparas elaboradas técnicamente con cajas octogonales, donde la simpleza se transforma en complejidad.

Esta vez la transformación del icónico tonel se descompone volviendo a su origen, el círculo, generando nuevos espacios, sensaciones, donde los lugares se van formando a medida que la curva toma presencia. Con todos sus elementos, la estética genera una identificación con Mar del Plata. Sutilmente el tonel puede representar una ola o estar en la cubierta de un barco, una proa…Todo está en la imaginación de cada consumidor.