Chagas: la endemia argentina que sigue su curso en medio de la batalla contra el coronavirus
Por Ana María Woites
“Más allá del coronavirus, en el 2020 se amplió la vigilancia de la presencia de vinchucas -el parásito que provoca la enfermedad- con la evaluación de viviendas y el testeo de personas gestantes”, dijo a Télam Hugo Arturo Feraud, director nacional de Enfermedades Transmisibles de la cartera sanitaria.
A 135 años del natalicio del doctor Salvador Mazza -el sanitarista que dedicó su vida a luchar contra el Chagas-, se estima que la enfermedad afecta a casi 1.600.000 argentinos.
Si bien el brasileño Carlos Chagas descubrió la enfermedad, fue Mazza, quien nació en Buenos Aires el 6 de junio de 1886, el que consiguió que el mundo científico conociera esta afección en la década del 30.
El Chagas se puede transmitir a través de la picadura de la vinchuca; de madre a hijo; del consumo de alimentos contaminados; y por transfusiones o trasplantes. La vía oral no tiene registro en Argentina y las transfusionales y de trasplantes están controladas en el país.
Feraud precisó que con las políticas sanitarias que se vienen realizando se logró interrumpir “en nueve provincias la transmisión vectorial y en otras cinco están con trabajo avanzado de interrupción”, y estas acciones bajan significativamente el número de personas en riesgo de contraer la enfermedad.
“El descenso de los casos agudos de la enfermedad es un indicador indirecto de esta situación”, dijo el funcionario.
En cuanto a “la transmisión vertical, de mamás a hijos, las cifras hablan de una tasa de 2,5 de bebés que nacen con Chagas”, pero subrayó que “esta tasa disminuyó a 1,5 con el tratamiento post nacimiento”.
Feraud adjudicó estos datos a “la red de laboratorios y al testeos de embarazadas que permiten tener conocimiento de la mujer gestante con serología positiva para el Chagas y estar atento al tratamiento del bebé al nacimiento”.
“Hoy, a 59 años del primer Programa Nacional de Chagas, debemos concientizamos acerca de que la persistencia de la problemática no sólo se debe a algunas fallas en el acceso a la prevención garantizada, sino a que el Chagas es una endemia no erradicable, por tratarse de una zoonosis”, dijo a Télam Cecilia Centurión, fundadora de Todos Frente al Chagas.
Cecilia es hija y nieta de personas que debieron enfrentar la enfermedad. En el 2006 creó esa red de personas afectadas y cuatro años más tarde fundó la Federación Internacional de Asociaciones de Personas con enfermedad de Chagas, familiares y amigos (Findechagas).
Centurión destacó que “el doctor Mazza sabía muy bien que la falta de prevención adecuada y alguna de las cinco vías de transmisión propagarían la enfermedad más allá de los 22 países endémicos, al mundo desarrollado”.
“Desde hace 112 años sabemos qué se debe hacer para prevenir la enfermedad, también llamada de la pobreza, aunque no es exclusiva de esta”, observó Centurión, quien lamentó que la pandemia impidió “que muchos pacientes crónicos asistan a la consulta de vigilancia médica de su condición”.
“En nuestra red -dijo- lamentablemente perdimos seis decenas de personas con enfermedad de Chagas que enfrentaron neumonía por Covid, algunas de ellas, con otras comorbilidades de riesgo, como asma y diabetes”.
Asimismo, advirtió que uno de cada tres infectados por esa enfermedad puede sufrir cardiopatías y que, por ello, los que tengan esa condición deben extremar los cuidados para protegerse del coronavirus “ya que forman parte de los grupos de riesgo, mientras que aquellos que tienen Chagas pero no tienen cardiopatías tienen el mismo riesgo que la población general”.
Desde el Ministerio de Salud aseguraron que la pandemia no detuvo las acciones de vigilancia que se vienen realizando en las provincias con mayor presencia del vector.
Feraud precisó que “son 14 las provincias en las que se registró la presencia de la vinchuca, especialmente en la región del NOA y del NEA y fue allí donde se focalizó el trabajo de campo”.
Si bien durante los meses de la ASPO (aislamiento social, preventivo y obligatorio, dispuesto por el Estado nacional) hubo que disminuir el ritmo de trabajo, se logró instalar y consolidar la vigilancia entomoepidemiológica integral del mencionado insecto en 32 departamentos de diferentes provincias y se realizó una evaluación y rociado químico integral en alrededor de 30.000 viviendas de 12 departamentos endémicos.
Se estudiaron más de 150.000 mujeres embarazadas y se dio inicio a la segunda etapa del Proyecto Fonplata (Fondo Financiero para el Desarrollo de los Países de la Cuenca del Plata) conformado por Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, que tiene como objetivo interrumpir la transmisión vectorial del Chagas.
Para este año se prevé evaluar y tratar de modo químico más de 100.000 viviendas de 54 departamentos endémicos; instalar la vigilancia entomológica en 31 departamentos endémicos más; testear para Chagas a 250.000 personas gestantes y a los hijos de aquellas que hayan resultado positivas; fortalecer el diagnóstico y tratamiento de todos los pacientes positivos, con especial énfasis en niños menores de 19 años y personas con capacidad de gestar; y transferir tecnología e insumos para la realización de PCR para Chagas en 8 provincias.
En la Argentina, el área endémica para la enfermedad de Chagas comprende a 19 provincias, no obstante, el perfil epidemiológico de la enfermedad, en los últimos años se modificó y la transmisión congénita se convirtió en la vía que genera mayor número de casos nuevos por año.