Cerca de 200 mil personas vibraron con el recital del Indio Solari en Tandil
Una verdadera fiesta popular se vivió ayer en la ciudad con el arribo de miles de personas de todo el país para ver el show más grande que dio el cantante en su historia
Tandil fue por un día otra ciudad. Literalmente, otra ciudad. A sus 130 mil habitantes, se le sumaron 200 mil fanáticos que vinieron a vivir el show más grande que brindó el Indio Solari en su historia como cantante.
La previa había comenzando durante la semana y se podía sentir y visualizar por la Avenida Actis, el epicentro de la movida ricotera, colmado de puestos de ventas de alimentos, bebidas, indumentaria y donde cientos de fanáticos decidieron acampar en la Plaza Allende durante éstos días anteriores al recital.
Ayer, la ciudad, explotó de personas en todos los rincones: plazas, paseos públicos, el centro y el lugar de encuentro fue el ingreso a la ciudad por la Ruta 226 y Av. Actis, a metros de donde eran las puertas de ingreso. Por la cantidad de personas se cortaron los accesos a Tandil, los micros, autos y las personas caminaban por la ruta directamente.
El ingreso fue intenso desde las 16 horas cuando abrieron las diez puertas de acceso al predio del Hipódromo, un lugar preparado para recibir tamaña multitud y cuidado en los detalles de puesta de sonido y luces por el equipo de producción.
La espera era cada vez mayor y pasados minutos de las 21 horas salió el propio Solari al escenario, solo, despertando el asombro de los presentes y les habló de su enfermedad: “Anda circulando una versión de que estoy enfermo, y es verdad. Mr. Parkinson me está pisando los talones. Pero acá estamos”, dijo y a las 21.30 puntual, arrancó el show con “Nuestro amo juega al esclavo” y siguió con “Pedía siempre temas” y ¨Porco Rex”.
El recital fue intenso durante sus dos horas y veinte minutos que duró. Repasó clásicos y se permitió cantar temas de sus obras más recientes con “Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado”.
Más de una vez tuvo que parar el recital molesto por los objetos que le arrojaban y al grito de “no sean pelotudos” el propio Indio reclamaba a alguno de sus seguidores que por favor desistieran de la actitud.
El mega recital terminó con el pogo más grande del mundo “JiJiJi” y un show de fuegos artificiales que iluminó una ciudad que se convirtió en un mito para los ricoteros.