Cecilia Flachsland: “La única democracia posible es con medios públicos”
Canal Encuentro está cumpliendo 15 años y lanza desde el lunes 2 de mayo una nueva programación que comprende cerca de 30 producciones.
Cecilia Flachsland, directora de Canal Encuentro.
Por Pedro Fernández Mouján
De cara al lanzamiento de una nueva programación, que comprende cerca de 30 producciones que se suman a su pantalla, la directora de Canal Encuentro, Cecilia Flachsland, realizó un análisis de la función, los contenidos y la historia de este canal público educativo y subrayó que “la única democracia posible es con medios públicos”.
“La concentración de las industrias culturales alcanza niveles impensados donde cuatro o cinco conglomerados producen y distribuyen la mayor cantidad de contenidos, que los Estados nacionales tengan medios públicos es absolutamente necesario, porque son ellos los que se encargan de mostrar mundos, voces y personas que sino serian invisibilizados”, resumió Flachsland en charla con Télam.
Canal Encuentro está cumpliendo 15 años y lanza desde el próximo lunes 2 de mayo una nueva programación en la que rescata ciclos históricos de la señal como “Encuentro en el estudio” de Lalo Mir o “Mentira la verdad” de Darío Sztajnszrajber, otros que proponen una interesante renovación de contenidos y formatos con un programa sobre problemáticas trans conducido por Flor de la V, entre muchos otros, y un tercer bloque que reafirma el vínculo del canal educativo con la escuela pública y las herramientas de aprendizaje.
Se trata en su mayoría de producciones propias, mientras que otras son adquisiciones de televisoras públicas educativas de distintas partes del mundo y de universidades.
“A la nueva programación la pensados desde tres ejes: programas y contenidos clásicos con figuras significativas de la señal, un segundo paquete que intenta proponer una serie de novedades en cuanto a formato y temáticas y un tercer grupo de producciones para uso directo en la escuela”, destacó Flachsland.
Además de los programas de Mir y Sztajnszrajber, en ese primer segmento de clásicos destacan también la décima temporada de “Historia debidas“, con la conducción de Ana Cacopardo; y “Redes en conflicto“, con la conducción de Gisela Busaniche y que explorará este año las problemáticas y desafíos del uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales, entre otras.
En los nuevos formatos aparece la serie documental de cuatro capítulos “Marrón. Antirracismo en tiempo presente“, que el canal produjo con el colectivo de identidad Marrón sobre el racismo en el arte argentino; “Lo justo. Detrás de la ley“, que interroga críticamente el funcionamiento de la justicia a lo largo de la historia a través de la revisión de distintos casos; e “Impulso sonoro“, donde la cantante y guitarrista Lula Bertoldi investiga las relaciones de la ciencia dura con la música.
También “Quereme trans. Un informe necesario“, que con la conducción de Flor de la V propone 10 capítulos de 15 minutos de duración para visibilizar algunas de las problemáticas de las personas trans; “Retumbando la palabra“, serie documental de cuatro capítulos sobre freestyle rap; y “La olla bruja. Cocina popular“, serie de 13 capítulos donde una cocinera de trayectoria como Dolli Irigoyen, Narda Lepes o Lele Cristóbal se encuentran a cocinar con quienes sostienen los comedores populares diariamente e intercambian secretos y técnicas sobre la preparación de recetas.
Entre los nuevos contenidos pensados para el aula figuran “Ser/estar“, serie de ficción sobre Educación Sexual Integral (ESI) protagonizada por Maite Lanata y micros sobre literatura, matemáticas, consumos problemáticos, el planeta Tierra, una serie sobre parques naturales o “Escándalos éticos“, donde Bernardo Kliksberg entrevista a cinco premios Nobel para hablar sobre las injusticias del mundo.
“Canal Encuentro es un canal público educativo y tiene el mandato de brindar herramientas audiovisuales para la escuela a partir de pensar una narrativa audiovisual que pueda abrir otras formas de comprensión para ser una acompañamiento auxiliar a la relación docente-estudiante”, destacó Flachsland.
“Producimos contenidos que están validados científicamente, que respetan las diversidades, tienen un componente federal, una mirada de género respetuosa de las disidencias y atenta a los feminismos, para una señal que en su pantalla muestra y construye la identidad de una nación, como lo debe hacer todo canal público”, destacó la directora de Encuentro.
– ¿Cuál es la importancia de la existencia de Encuentro en la actualidad?
– En un mundo donde la concentración de las industrias culturales alcanza niveles impensados y donde cuatro o cinco conglomerados producen y distribuyen la mayor cantidad de contenidos, que los Estados nacionales tengan medios públicos es absolutamente necesario, porque son ellos los que se encargan de mostrar mundos, voces y personas que sino serían invisibilizados. En el caso de los medios públicos la comunicación no es un consumo sino un derecho y el espectador es un sujeto de derecho, en ese sentido los medios públicos son un garante de la democracia y la única democracia posible es con medios públicos.
– ¿Cómo evalúa estos 15 años de Encuentro?
– Lo primero que hay que señalar es que se trata de un canal joven y para hacer una evaluación hay que tener en cuenta lo que pasó en cada momento. Hubo una primera situación, que se desarrolló hasta 2015 donde se puso de manifiesta una intención y se trabajó en el desarrollo de un canal educativo que dependía entonces del Ministerio de Educación. Durante del macrismo fue un canal desguazado, la planta laboral se redujo un 40%, los canales (incluye aquí Pakapaka y DeporTV) perdieron su función educativa. A partir de 2020 a la fecha hubo una reconstrucción y comienza una nueva etapa donde el canal vuelve a tener una dimensión educativa y se prioriza la producción de contenidos, para nosotros es fundamental que Encuentro sea un lugar de producción para generar trabajo y para generar contenidos. En Argentina las cuestiones del Estado están muy a la deriva en las discusiones políticas y hay todo un discurso donde el Estado aparece como culpable de todo y se busca reducirlo a su mínima expresión y otros discursos, como el nuestro, donde visualizamos al Estado como el único garante que abre la posibilidad a un país justo e igualitario para la gente.
Télam.