El peluquero Adolfo Ramírez (58) estaba cansado de los malos tratos que su hermano Armando (66) ejercía sobre su madre, una anciana de 91 años. Hacía años que la relación entre ellos era mala y cada tanto discutían fuertemente, pero nadie había de imaginar que ese enfrentamiento culminaría con el desenlace fatal que tuvo este jueves, cuando el mayor de los hombres mató al menor a puñaladas en el barrio Libertad.

Así lo confesó el propio homicida, cuando arribó a la propiedad de Coronel Suárez al 900 la policía, a la que él mismo había convocado a través de un llamado telefónico al 911. Fueron pocas palabras, pero no dejaron necesidad de más: “Discutí con mi hermano y lo maté con un cuchillo”.

Rápidamente, personal de la comisaría sexta que se encontraba en el lugar se comunicó con el fiscal Juan Pablo Lódola y le dio la noticia de que había ocurrido un homicidio.

El investigador solicitó a los uniformados que demorasen a Armando Ramírez y se dirigió hasta el lugar, acompañado de sus colaboradores. También lo hizo la Policía Científica, que secuestró el arma blanca con manchas hemáticas que todavía se hallaba en el piso, cerca del cadáver de la víctima.

Al tomar contacto con los allegados a la víctima y del victimario, Lódola supo que se trataba de “una familia de tres hermanos” y que el hombre asesinado era el del medio, que trabajaba como peluquero en un local ubicado en un sector del inmueble. Luego, fue el menor de ellos el que dio más datos del asunto.

De acuerdo a su versión, el conflicto intrafamiliar databa de varios años y tenía que ver con el cuidado de la madre de los tres. “El mayor vivía con ella en esta casa”, explicó el fiscal en rueda de prensa y, si bien no se refirió a los malos tratos que le propinaba, otras fuentes así se lo aseguraron a LA CAPITAL.

“Por lo que cuentan los vecinos, es una problemática que viene de larga data”, agregó. Y, acto seguido, explicó que la discusión de este jueves comenzó en un local de peluquería que se encuentra “al costado de la vivienda”.

“No tenemos testigos directos, pero sí vecinos que escucharon gritos previos a que el herido saliera del local, que está armado en un garaje muy casero, y quedara allí en la vereda, moribundo”, señaló.

El fiscal Lódola relató lo ocurrido y los datos recogidos en la escena del crimen. El propio imputado llamó al 911 y esperó a la policía, aunque también se descompensó. “Es una persona que aparentemente tiene diabetes”, añadió, y dijo que esa información sería chequeada luego con la historia clínica.

En cuanto al arma blanca secuestrada por los peritos presentes en la propiedad, afirmó: “todo indicaría que fue el arma utilizada en el hecho”.

Pero no fue el único objeto incautado en el local. Al costado del cadáver había “una especie de picana, da unas descargas, pocas, pero es de defensa casero”. La policía confirmó que se trata de un elemento de venta libre y de los que suelen utilizar los ciudadanos como mecanismo de autodefensa, ante una eventual situación de inseguridad.

Según sospechan los investigadores, la víctima poseía dicho objeto por si alguien ingresaba con fines de robo a la peluquería mencionaba, donde más tarde se supo que trabajaba.

Declaración y autopsia

Si bien no se dieron más detalles de la pesquisa, se supo que el fiscal ordenó la detención del mayor de los Ramírez y su traslado a la Alcaldía Penitenciaria Nº 44 de Batán, donde quedó alojado. Además, este viernes lo citará a declarar formalmente en Tribunales.

En tanto, Lódola aguarda por el informe de operación de autopsia para determinar si la víctima presentaba lesiones compatibles con un intento de defensa que puedan probar que existió un forcejeo o una pelea previa. También procuraba conocer cuántas puñaladas recibió Adolfo Ramírez, aunque trascendió que habrían sido al menos dos: una en el cuello y otra en el abdomen.

La cuchilla hallada dentro del local será sometida a pericias en las próximas horas, pero se descarta que fue la utilizada para cometer el ataque.

Con respecto a la posibilidad de que se haya tratado de un asesinato premeditado, Lódola dejó en claro en la rueda de prensa que eso es materia de investigación, aunque “se supone que una cuchilla no debería estar en un local y hace pensar que el imputado lo haya portado con anterioridad”.

Sin embargo, y pese a que parece un caso esclarecido, el fiscal aguardará por la declaración del imputado y la reunión de más pruebas con el objetivo de reconstruir el hecho completamente. Hasta ahora, la causa fue caratulada como “homicidio agravado por el vínculo”.