La búsqueda del cuerpo de Pablo Soler desplegada esta mañana en una casa del barrio Parque Hermoso acabó con resultado negativo aunque trascendió que se secuestró una zapatilla que ahora será peritada para establecer si pertenecía al hombre de 35 años desaparecido en junio de 2018.

Pese a la estricta reserva del caso, ordenada tanto por el juez de garantías Saúl Errandonea como por el fiscal Leandro Arévalo pudo saberse que se decidió levantar el operativo luego de que no se hallaran restos óseos en un pozo ciego y en otro sector de la vivienda de calle 5 al 8800. Allí desde horas tempranas miembros del cuerpo de Rescate de Riesgos Especiales, personal de la Policía Científica, bomberos y de la comisaría de jurisdicción habían trabajado siguiendo una pista de un testigo.

Las tareas se desarrollaron bajo rigurosos protocolos de bioseguridad debido al contexto de pandemia del coronavirus y cada persona que trabajó en el lugar debió ser sanitizada.

Soler desapareció el 7 de junio de 2018 luego de que su familia lo viera por última vez en esa zona del barrio Parque Palermo. En realidad, la familia Soler vivía a poca distancia de donde hoy se efectuó el operativo de búsqueda  y desde aquel momento no se supo más nada del paradero del hombre.

Foto Pablo Funes.

La subcomisaría Parque Hermoso a cargo de Romina Gómez, el jefe de la comisaría decimosexta Cristian Cestorame y otras autoridades policiales se encargaron de comandar el procedimiento durante el cual solamente se secuestró una zapatilla. Ese elemento ahora será peritado con el objeto de determinar si pertenecía a Soler.

Las circunstancias de la desaparición del hombre se desconocen y el único dato que se manejó desde un comienzo fue el aportado por la familia, que aseguró que lo habían visto salir con dos amigos para ir a “tomar”. Soler, según lo referido por sus parientes, tenía problemas con el consumo de alcohol.

En las últimas semanas se sumó a la causa dirigida por Arévalo el testimonio de una persona que aseguró saber lo que había pasado con Soler: dijo que lo golpearon en una pelea y que los agresores lo terminaron enterrando en el fondo de la casa. Esa versión fue admitida en la fiscalía como “verosímil” y se dio la orden de buscar en dicha propiedad, donde ya no residen quienes fueron señalados como los responsables de la suerte corrida por Soler.

Sin embargo, el resultado negativo de esta mañana relativiza aquella declaración. “Era difícil pero se trataba de una pista que no podía ser descartada”, explicó una fuente de la investigación que pidió reserva.

En las próximas horas se definiría si el testigo que aportó el dato original es contactado nuevamente por la fiscalía.

Pablo Soler. La última vez que alguien lo vio fue el 7 de junio de 2018, en el barrio Parque Hermoso.