Luego de conocerse la sentencia absolutoria del ex sargento de la Policìa Bonaerense Ricardo Panadero en el segundo juicio por el secuestro, violación, tortura y asesinato de Natalia Melmann (15) ocurrido en 2001 en Miramar, manifestantes de agrupaciones sociales y feministas se enfrentaron con policías que respondieron a las piedras que les arrojaron disparando balas de goma.

Desde muy temprano Tribunales  fue blindado por la policía. La decisión de que se diera a conocer la sentencia de Panadero a las 15, una vez terminado el horario laboral del lugar, significaba que las puertas del edificio estarían cerradas, para evitar que manifestantes ingresaran. Y así sucedió.

Cerca de las 17, luego de dos horas de lectura de los argumentos de la sentencia, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Nª4 dieron a conocer que absolvían a Panadero e inmediatamente, en el exterior las manifestantes de agrupaciones sociales y feministas comenzaron a repudiar la decisión.

Las manifestantes, acompañadas de hombres –algunos de ellos con las caras tapadas- arrojaron bolsas de basura frente a la puerta de Tribunales al grito de “Justicia Basura”. Luego comenzaron a arrojar piedras contra los efectivos que se encontraban en el estacionamiento, quienes reaccionaron disparando balas de goma.

La policía, luego de unos minutos de disparar balas de goma, logró que las manifestantes se dispersaran de Brown y se concentraran principalmente en Tucumán, desde donde, a través de las rejas, siguieron arrojando piedras. Según personas que estuvieron en los incidentes, no se registraron heridos.

“Lo primero que hicimos fue ponernos a cantar que Nati Melmann está presente, que la Justicia está ausente y que como a los nazis les va a pasar, dónde vayan los iremos a buscar. Nos pusimos a cantar. Vinos a la puerta de Tucumán y ahí la policía respondió cobardemente con balas de goma”, explicó a LA CAPITAL Julia Rigueiro, referente de Mala Junta – Patria Grande.

“El presagio era malo desde días anteriores. Cuando nos adelantaron que no nos iban a dejar pasar. Pedimos que se arbitren los medios para poder escuchar y ver la sentencia y nada. Corrieron el horario para las 15 para poder cerrar Tribunales. Como si nosotras fuéramos las culpables, las asesinas. El presagio era malo”, dijo Rigueiro.

“Al escuchar la lectura completa supimos que nada bueno podía venir de eso y así fue. Las balas de goma fueron un exceso más”, expresó la referente de Mala Junta y agregó: “La bronca es total. Esto nos pasa en una ciudad en la que sufrimos demasiados femicidios al año. Acompañamos a Laura y Gustavo como si nos hubiese pasado a una de nosotras”.