Caso Bustamante: determinaron que Verónica González comprendió la criminalidad de los actos
Para la Justicia la mujer es imputable y deberá responder en un juicio por la acusación de haber matado a su esposo, Carlos Bustamante, en marzo del año pasado en Miramar.
Verónica Gonzalez y Carlos Bustamante, poco después del crimen de su hijo.
Verónica González, la mujer acusada de asesinar a golpes a su esposo Carlos Bustamante en marzo del año pasado en Miramar, deberá responder en un juicio por sus actas tras ser declarada imputable.
Un informe psiquiátrico complementario al efectuado poco después de su detención confirmó que González comprendió la criminalidad de los actos al momento del asesinato y que podía dirigir sus acciones. De este modo, las dudas que podían existir sobre las facultades mentales de González quedaron despejadas y el proceso penal que se le sigue continuará de manera normal.
El 22 de marzo de 2019 Bustamante fue internado, primero en el hospital de Miramar y luego en el HIGA de Mar del Plata, debido a los severos traumatismos en su cabeza y las fracturas en sus piernas, todo provocado por un brutal ataque a golpes.
Bustamante murió al día siguiente por la golpiza sufrida en la casa de calle 27 entre 46 y 48, la misma vivienda en la cual en noviembre de 2011 había sido asesinado el hijo de ambos, Gastón Bustamante de solo 12 años.
Quien encontró a Bustamante (66) agonizante en el piso fue la propia González al regresar a la casa al mediodía del 22 de marzo tras hacer diferentes trámites por la ciudad. El hallazgo, en compañía de una hermana que vivía en la parte trasera del domicilio, tuvo algunas peculiaridades (horario, actitud, reacciones) que llevaron a la fiscal Florencia Salas a enfocarse en González como sospechosa.
Pero además hubo un elemento clave. Las prendas de vestir que tenía González estaban manchadas con sangre de Bustamante, tal como lo afirmaría un estudio de ADN. La posibilidad de una contaminación en el momento del hallazgo quedó luego descartada porque los testigos directos indicaron que González entro a la casa a “descubrir” el cadáver vestida con una campera. Las manchas estaban en una musculosa y una remera manga larga, con lo cual se concluyó que no podían haberse impregnado en ese momento, sino antes.
Los peritos señalaron que Bustamante tenía sangre “seca” o coagulada de manera que el sangrado se había producido mucho antes del mediodía, a primera mañana. En ese rango horario González todavía se encontraba en la casa, supuestamente.
También hubo un estudio forense esclarecedor para la fiscal Salas y que fue el análisis de los estigmas ungueales en el cuerpo de Bustamante. Las marcas de las uñas que tenía coincidían con la fisonomía y tamaño de las de González.
Una vez que fue detenida, la mujer quedó a disposición de la fiscal Salas pero, más allá de confirmar datos personales, se mantuvo en silencio y desde entonces permanece en la cárcel de Batán, en la Unidad Penal N°50 acusada del delito de “homicidio agravado por el vínculo y por alevosía”.