Fabián el “Jubilado” López (38), condenado por haber asesinado a un exconvicto en 2015, fue detenido en las últimas horas tras haber estado prófugo dos semanas después de haberse fugado del régimen abierto en el que cumplía con su pena por homicidio.

El pasado 16 de mayo, el “Jubilado” López no cumplió con las pautas del régimen abierto en el que purgaba su condena por haber asesinado a Damián Segura y se dio a la fuga, por lo que la Justicia lo consideró prófugo y ordenó su inmediata captura.

Tras casi dos semanas de estar prófugo, el personal de la Dirección Departamental de Investigaciones allanó una vivienda del barrio Lomas San Patricio donde detuvo a López, quien por orden del juez Ricardo Gabriel Perdichizzi, se le revocó inmediatamente el beneficio del régimen abierto que tenía y fue trasladado a la Unidad Penal 15 de Batán.

El “Jubilado” López ya había estado prófugo en otro momento de este proceso penal, ya que la Justicia lo buscó por dos años por el asesinato de Seguro, hasta que finalmente fue detenido en la localidad de Quequén, tras haber cometido una serie de asaltos violentos.

El crimen por el cual fue condenado López fue el de Damián Segura (33), un hombre que había abandonado la cárcel de Batán por sus propios medios y sin cumplir del todo la condena que purgaba.

El domingo 1º de marzo de 2015, Segura no regresó a la casa del predio de Batán donde gozaba del beneficio Casas por Cárceles y se dedicó a cometer algunos robos. El botín obtenido le sirvió para comprar un auto y alquilar una casa en Friuli y Azopardo.

Según una línea investigativa firme, Segura habría participado en el asalto al juez federal Alfredo López, en la casa que el magistrado posee en proximidades de la Torre de Agua de Stella Maris. Y se dice que a Segura lo mataron por repartir de forma inequitativa el dinero robado.

El 14 de marzo por la noche, pasadas las 21, Segura fue abordado por dos personas, una de ellas el “Jubilado” López y la otra identificada como Diego Campos. Hubo una discusión y Segura fue acribillado.

En los años siguientes a López se lo buscó en la provincia de Mendoza, donde se sospechaba su presencia por vínculos y contactos. Pero el rastro se desvaneció hasta que un par de asaltos en Quequén terminaron por localizarlo.