Juan José Campanella, el director de cine que logró éxitos como “El secreto de sus ojos”, “La ley y el orden” y “Vientos de agua”, entre muchas otras ficciones, lleva adelante la segunda temporada de “Los enviados”, una serie que narra las andanzas de dos sacerdotes de la congregación de la Doctrina de la Fe. El rol de los curas es constatar milagros, o al menos determinar en qué casos la ciencia no tiene explicaciones racionales para hechos paranormales. La ficción es parte de los nuevos contenidos que lanzó recientemente la plataforma de streaming Paramount+.

Mirá un fragmento de la charla:

“Siempre me interesó lo que es paranormal, no los fantasmas y los monstruos, lo que tiene que ver con las leyendas folklóricas y con esa zona de la cabeza que todavía no está muy explorada, las cosas que pueden tener una explicación paranormal o una explicación psiquiátrica, es en esa zona donde se mueve la serie”, arrancó Campanella, en una rueda de prensa realizada en Buenos Aires, a la que tuvo acceso LA CAPITAL.

Los actores mexicanos Luis Gerardo Méndez y Miguel Angel Silvestre les dan vida a los protagonistas Pedro Salinas y Simón Antequera. La primera temporada se centra en el sincretismo mexicano, mientras que la segunda transcurre en España.

“Los dos curas tienen otra disciplina, en este caso uno es abogado y el otro es médico, no tienen que probar si son milagros, porque no se puede probar la existencia de un ángel pero sí probar que la ciencia no tiene una explicación (para esos casos). Uno de los personajes le dice a un médico: ‘si no es de ustedes, es nuestro'”, explicó sobre las incumbencias de cada disciplina.

“Para los sacerdotes es muy importante delatar las cosas falsas, porque esas cosas abaratan la fe y la religión, son supercherías. Quieren mantener un nivel de umbral de entrada (a los casos inexplicables), son muy realistas, cada vez que empiezan a tener posibilidades de que haya algo más les cuesta creer”.

Con un tratamiento realista y con matices que se vinculan al sentido del humor, “Los enviados” también dedica espacio a la vida de estos dos curas. “Los personajes son muy reales, muy traídos a tierra y tienen sus dilemas con la religión, uno de ellos está metido en la política dentro del Vaticano, quiere ascender en esa estructura”, agregó.

Consultado sobre el rol de la fe en el marco de sociedades que manifiestan su secularismo, el director que ganó un Oscar entendió que las creencias cumplen un rol de anclaje. “La fe no es algo que yo tenga muy arraigado, respeto muchísimo a la gente que la tiene, y la serie está hecha con ese respeto, porque mucha gente la necesita, le da una especie de ancla, una especie de continuidad en un barco que parece que está a la deriva y sin una dirección concreta”.

En ese sentido, agregó que “la religión, las creencias y la fe pueden ser una cosa que le puede servir mucho a mucha gente, ahora todo lo que pasa en las instituciones es un tema aparte, que es riquísimo”.

Campanella entendió que los temas de sus películas son universales, más allá de las idiosincracias. Por lo tanto, trabajar para las audiencias mundiales -en este caso para una plataforma multinacional como Paramount- no supone una desventaja. “Creo que los argentinos somos menos particulares de lo que pensamos, somos muy universales, las emociones son universales. Lo que varía es el color local. A otra cultura le puede interesar cómo somos acá”, indicó.

Sobre “Los enviados”, reconoció que con un guion escrito por autores argentinos, su miedo era que los actores no entendieran el humor. “En Argentina casi no podemos hablar si no es irónicamente, todo es ironía. No es así en otros lugares, en otros lugares no saben si les estamos diciendo un chiste, a veces quedamos como groseros, pero (la experiencia de trabajo con los actores mexicanos) fue espectacular, tenemos un elenco de grandes actores mexicanos, para nosotros fue genial porque nos abrió la cabeza”, aceptó.