En una nueva visita a Mar del Plata, Alfredo González, presidente de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), abordó con preocupación la profunda crisis que afecta a las pequeñas y medianas empresas (pymes), que en la ciudad llevan 16 meses con caída en las ventas, y planteó la necesidad de que el Gobierno “ponga el foco en las empresas formadoras de precios”.

González brindó una conferencia de prensa junto a Blas Taladrid, presidente de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) en la sede de dicha entidad, y señaló que a nivel nacional hay una “contracción fuerte en todos los sectores de la economía Pyme”.

Según el presidente de CAME, los datos más recientes reflejan una caída significativa en las ventas, que se ha profundizado en los últimos meses. “Los últimos informes muestran números negativos. La contracción viene desde principios de año, fue aminorando en el segundo trimestre, pero en junio volvimos a tener una caída importante de casi el 22% en la venta minorista, seguido de una caída del 15% en julio”, detalló González.

Esta disminución en las ventas, explicó, tiene un “impacto directo” en la producción de las pymes. Aunque algunos sectores como el agropecuario, la energía y la minería muestran signos de estabilidad o crecimiento, la realidad para la mayoría de las pequeñas y medianas empresas “sigue siendo desalentadora”.

Durante la conferencia, González destacó que CAME ha presentado diversas alternativas y propuestas al Gobierno, “algunas de las cuales han sido aceptadas, mientras que otras no”, pero en principio reconoció que no hay certezas respecto a cuándo la actividad podría repuntar.

En particular, se refirió a la reciente baja del impuesto PAIS, señalando que cualquier reducción impositiva es bienvenida. “Esperemos que en los próximos meses impacte en los productos para poder bajar el precio”, comentó González. No obstante, también subrayó la necesidad de reducir la presión tributaria sobre las pymes para que puedan ser competitivas en un mercado cada vez más desafiante.

En ese sentido, abordó un tema crucial: el impacto de los formadores de precios. Según él, las empresas que integran CAME “no tienen capacidad para fijar precios”, a diferencia de las grandes empresas y los importadores que sí pueden hacerlo.

“Nosotros recibimos la lista de precios y cada vez vemos que nos quedamos más fuera de foco porque a nuestros clientes no les alcanza“, dijo.

“Las empresas que están en CAME no son formadores de precios. Por fuera, hay cámaras que nuclean a empresas que sí marcan el precio de base. Con ese sector debe trabajar el Gobierno”, explicó. Añadió que el Ministerio de Economía debería “poner el foco” en estas grandes empresas que influyen en los precios, ya que son ellas las que “impactan directamente” en el poder adquisitivo de los clientes de las pymes.

Reforma laboral

En relación con la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional, González expresó un apoyo condicionado. “Creemos que es positivo, si bien esperábamos otras cosas, estamos colaborando”, comentó.

Subrayó que, tras 50 años de una ley laboral que “inicialmente favoreció a los trabajadores”, esta “terminó volviéndose desfavorable”, sobre todo debido al “aumento de los intereses en los juicios laborales”.

González destacó la necesidad de “alivianar los intereses contra los juicios laborales, que han llegado a ser de 7000% anual”. Enfatizó que esta medida “no busca vulnerar los derechos adquiridos de los trabajadores”, sino garantizar “un equilibrio más justo para empleadores y empleados”.

Reunión clave en la ciudad

González y Blas Taladrid anunciaron que el Consejo Federal de CAME se reunirá nuevamente en Mar del Plata los próximos 5 y 6 de diciembre, con la participación de más de 150 dirigentes y empresarios de todo el país.

Esta reunión con fuerte carácter federal, que se repite dos años después de la última en la misma ciudad, servirá como plataforma para continuar el diálogo y la búsqueda de soluciones a los desafíos que enfrentan las pymes argentinas.