Cambió de manos un reconocido supermercado
Se trata del ubicado en Alberti al 1800. A partir de una alianza comercial, desde hoy lo lleva adelante la Cooperativa Obrera.
Desde este martes lo que era el supermercado Coral, ubicado en Alberti 1842, es responsabilidad de la Cooperativa Obrera, producto de una alianza comercial que, entre otros acuerdos, permitió mantener sus más de 20 puestos de trabajo.
El cambio obedeció a un motivo claro: la familia propietaria de Coral no logró ponerse de acuerdo con el dueño del local en la última renovación contractual. Justo en un momento en que el negocio “estaba en su mejor momento por el nivel de facturación”, según dijo a LA CAPITAL el titular de la marca, Néstor Martín.
“Es una alianza en muchos aspectos: todo el personal quedó con trabajo, con la misma antigüedad, con sus mismos ingresos y los beneficios que tienen. Eso para nosotros era fundamental”, aseguró Martín, y remarcó que el Sindicato de Empleados de Comercio “colaboró permanentemente porque ellos saben cómo trabaja la Cooperativa Obrera”.
Contó que los 22 empleados que se desempeñaban en Coral pasaron a a la cooperativa. “Y creo que ya incorporaron entre ocho y 10 trabajadores más”, señaló.
Otro aspecto de la alianza es el netamente comercial. Coral seguirá a cargo, mediante una concesión, del sector de carnes. “Vamos a seguir explotándolo nosotros. Lo abastecemos, establecemos el nivel de calidad de los productos y ponemos los precios de venta, con el mismo criterio que se venía manejando desde hace años a través de la marca nuestra”, comentó Martín.
No sólo eso: en las otras dos sucursales que la cooperativa tiene en Mar del Plata también el sector cárnico estará a cargo de la familia propietaria de Coral.
Los orígenes se remontan a 1975, cuando el negocio comenzó como verdulería. Luego sumó fiambrería y, más tarde, carnicería. Hasta que, por su dimensión, se convirtió en autoservicio. “El emprendimiento lo arrancó mi hermano y lo seguí yo en 1996”, recordó Martín. “Siempre alquilando el local de Alberti”, aclaró.
“Hace cinco años adquirimos una propiedad que da sobre la calle Arenales y ahí se hizo la ampliación comercial y toda la parte de logística para facilitar el funcionamiento del negocio”, acotó. Ese sector también será de ahora en más alquilado por la cooperativa.
Mientras, el titular de la empresa familiar no se resigna: ya le ofrecieron otros dos locales para abrir con su propia marca. “Estamos analizando las alternativas. No queremos que nos pase lo mismo con el alquiler”, indicó. “Tenemos 42 años de historia. Habíamos logrado un valor de la marca a través del trabajo que veníamos realizando en la atención y en los precios, que la gente lo supo valorar”, apuntó Martín.