Cae por venta de drogas el hermano de uno de los “motochorros” detenidos la semana pasada
Fue durante un operativo en el barrio "El Martillo" y también fue apresado un cómplice. La Justicia llevaba meses investigándolos. La comercialización de cocaína y marihuana era itinerante en la misma zona para despistar a la policía y tenían "soldaditos" a su cargo para vigilar los sitios donde se encontraban.
Dos vendedores de droga fueron detenidos este jueves a la madrugada en el barrio “El Martillo” y uno de ellos es hermano de uno de los “motochorros” que fueron apresados la semana pasada por cometer distintos asaltos en la vía pública.
El operativo lo ordenaron los fiscales Daniela Ledesma y Leandro Favaro, con la autorización del juez de Garantías Saúl Errandonea, luego de varios meses de investigación. Personal de la Delegación de Drogas Ilícitas Mar del Plata allanó viviendas situadas en Gutemberg bis, entre las calles Udine y Vidal, y otras en Udine al 2500, donde previamente se habían detectado maniobras compatibles con la compraventa de estupefacientes.
Según la pesquisa, que incluyó tareas de campo encubiertas para registrar la actividad ilícita en imágenes y videos, los acusados alternaban los puntos de venta en forma permanente. Es decir, la actividad era itinerante por la zona justamente para despistar a la policía.
A su vez, contaban con “soldaditos” que vigilaban la zona y estaban encargados de dar aviso de cualquier situación que pusiera en peligro las maniobras.
En el procedimiento, informaron desde la fuerza, se implementó un dispositivo de observación mediante la utilización de drones no tripulados pertenecientes a la Sección Táctica de Video Vigilancia dependiente de la Superintendencia de Comunicaciones, lo que permitió observar desde la altura lo que acontecía en el lugar y así dadas las condiciones de seguridad sincronizar la llegada de los uniformados para que la irrupción fuera sorpresiva. Del operativo participaron efectivos de la comisaría decimosexta, de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local y del cuerpo de Infantería.
Durante las requisas hallaron plantas de marihuana, “cogollos”, trozos compactos de la misma sustancia, y varios envoltorios de clorhidrato de cocaína fraccionados y listos para su comercialización. Los sospechosos, de 32 y 33 años, quedaron detenidos en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán, tras haber sido imputado por “infracción a la Ley 23.737 de Estupefacientes” y citados a declarar en Tribunales.
Las fuentes consultadas por este medio agregaron que la investigación sobre los aprehendidos había comenzado a raíz de una serie de denuncias realizadas en forma anónima al Servicio de Emergencias 911, por vecinos que presenciaban a diario hechos de violencia y situaciones conflictivas de suma gravedad.
Entre otros episodios, se reportaron robos a mano armada, consumo de drogas, agresiones físicas (apuñalamientos, golpizas) y tiroteos.
Al identificarlos, la policía supo que uno de ellos, apellidado Pérez, es hermano de uno de los dos “motochorros” atrapados el último jueves después de que fueran intensamente buscados por cometer diferentes asaltos violentos en la periferia de la ciudad entre abril y mayo.
En esa oportunidad, los delincuentes quedaron a disposición de los fiscales Leandro Arévalo y Lorena Hirigoyen, quienes los imputaron por el delito de “robo agravado”.
“Motochorros”
La seguidilla de robos investigados comenzaron el 11 de abril, cuando un hombre de 48 años que circulaba en una moto Mondial Max Roja por la avenida Vértiz, al llegar a Olazar fue interceptado por dos delincuentes que iban en una moto de 110 cilindrada, quienes le exhibieron un arma de fuego, le robaron el vehículo y huyeron.
Luego, el 25 de abril, una pareja de 20 y 23 años, que caminaba por avenida Canosa fue sorprendida por dos delincuentes en una moto de 150 cilindradas, que aparentemente armados les robaron un celular y otro elementos personales.
A los pocos días, una de las víctimas pudo restablecer su cuenta de Google en un nuevo celular y vio fotos tomados por los ladrones con el teléfono robado, por lo que el fiscal Arévalo pudo iniciar una causa por robo agravado.
Este lunes, una mujer de 26 años mientras circulaba por Casildo Villar y Hernandarias en moto fue interceptada por dos ladrones armados que le robaron el vehículo y huyeron.
El último de los robos que se les atribuye a los sospechosos ocurrió este miércoles, cuando una pareja que circulaba en un Citroen C3 Picasso por el barrio El Martillo, al llegar a Lebensohn y Rau fue sorprendida por dos jóvenes en una moto de 150 cilindradas, quienes amenazaron a las víctimas con un arma de fuego y dispararon al aire en dos oportunidades para que se bajaran del auto. Finalmente se robaron el vehículo, como así también dinero y documentación.
Ese mismo miércoles, personal policial de la UTOI halló el Citroen C3 Picasso en Güiraldes y Pehuajó (límite entre los barrios El Martillo y Pueyrredon).
El pasado jueves, con la orden del juez Bombini, personal de la comisaría decimosexta realizó una serie de allanamientos en los barrios Pueyrredon y El Martillo para dar con los sospechosos.
En una de las viviendas hallaron un revólver calibre 32 y notificaron a integrantes de la familia moradora de la formación de una causa por la tenencia del arma. Además, se formalizó la orden de detención para uno de los sospechosos, el cual ya se hallaba para entonces detenido en el penal Batán por un caso de “robo agravado por arma no secuestrada en concurso real” ocurrido el 27 de abril.
En otra de las viviendas la policía advirtió que dos hombres, al notar la presencia de los uniformados, intentaron huir por los pasillos de una villa que hay en la zona. Al llegar a un edificio precario, los policías los aprehendieron. Uno de ellos se apellidaba Pérez, sobre el que pesaba una orden de detención y quien tenía en su poder un revólver calibre 22, un teléfono celular y documentación. Se trata del hermano del ahora detenido por venta de droga en la misma zona de la ciudad.
En el lugar se secuestró una moto Mondial Max y Mondial LD 110, que pertenecía a dos de las víctimas asaltadas.