Por Marcelo Solari

El escolta tirador Nicolás Brussino es uno de los referentes del seleccionado argentino masculino de básquetbol que enfrentará este jueves a Chile, y que presentará un interesante mix entre jugadores con recorrido y jóvenes muy talentosos.

El santafesino dejó un muy buen recuerdo en su paso por Peñarol y siempre se muestra complacido de regresar a Mar del Plata. Horas antes del debut en el Clasificatorio por la AmeriCup 2025, otorgó una extensa entrevista a LA CAPITAL:

-Más allá de que en este grupo hay gente nueva, siempre es especial el reencuentro. ¿Cómo lo vivieron?
-Siempre está bueno encontrarse con compañeros después de muchos meses sin estar juntos. Cada vez que nos encontramos, lo disfrutamos y más compartiendo con la camiseta, que representa una motivación grandísima. Nos gusta mucho estar acá.

-¿Les convence este sistema de ventanas?
-Sí y no. Depende para quiénes. Antes no se permitía y ahora sí ceder a los jugadores, por ejemplo de la Euroliga, y a veces algunas selecciones se veían favorecidas, otras no. A mí me gusta porque son momentos para venir a tu país, para estar con tu gente en mitad de temporada. Sirve para cortar un poco, cambiar de aire. Creo que es algo positivo.

-Al margen del grupo, ¿cómo encontraste al equipo deportivamente en estos pocos entrenamientos?
-Bien, bien. Todos está en un nivel individual muy alto en sus equipos. Es cuestión de afianzar los conceptos defensivos y ofensivo que tiene pensados el entrenador para nosotros y demostrar. Jugar tranquilos. Cada uno sabe lo que tiene que hacer dentro de la cancha. Creo que hay mucho talento, muchos jugadores jóvenes que están en Europa y que van mejorando paso a paso.

–¿Es extraño no tenerlo a Pablo Prigioni en el banco?
-Sí, sí. Siempre es una figura importante para nosotros, nos ayuda mucho en el día a día, pero él confía mucho en sus asistentes y nosotros también confiamos en el cuerpo técnico que tenemos y en el trabajo que hace. Muchas veces nos sorprendió que haya podido venir en circunstancias que parecía imposible y se hizo su tiempo o le dieron permiso. Es entendible que esta vez no pudiera.

-Tenés una relación muy particular con Mar del Plata. Aquí debutaste en el Juego de las Estrellas, jugaste en Peñarol, te fuiste directo a la NBA y también has venido con la Selección. ¿Cómo es volver a la ciudad?
-Muy bueno. Siempre que vengo la gente de Peñarol o de otros equipos me trata muy bien, me saluda. Creo que ese año (2015/16) que estuve en Peñarol dejé un lindo recuerdo y después me fui a la NBA. La gente me considera y cada vez que vengo trato de agradecer ese cariño que me dan.

-Si bien ya pasó un tiempo, ¿resultó muy difícil digerir la frustración de no hacer podido ir al Mundial?
-Cada uno la habrá tomado a su manera. Creo que a todos nos afectó un poco. Pasa que a la semana siguiente cada uno estaba compitiendo otra vez en sus respectivos clubes. No teníamos mucho tiempo para estar bajoneados. Fue mucho más duro cuando se jugó el Mundial. Verlo de afuera. Todo ese proceso de los equipos que se preparan, no lo tuvimos y ahí te das cuenta de que no estás. Al principio, apenas quedamos afuera, es como que no tomábamos conciencia. Cuando volvés a jugar para tu equipo, con la dinámica de la temporada, es como que el daño se minimiza un poco. Pero obviamente, fue un golpe bastante duro.

-¿Las eliminaciones deportivas se magnifican más desde afuera? Porque ustedes están acostumbrados, saben que se puede ganar o perder, es parte de la cosa…
-Creo que al estar tanto tiempo Argentina en las principales competencias internacionales, no estar presente creo que fue, lamentablemente, una mala notica a nivel país. Seguramente pudimos haberlo hecho mejor, sin dudas. Pero a veces también influye la suerte. Y aquella vez no la tuvimos porque, además de perder nosotros, se dieron todos los resultados que no se tenían que dar.

Foto: Prensa CAB

-¿Influye en la previa, juega su papel que se haya perdido contra Dominicana en Mar del Plata?
-Espero que no. Siempre que venimos acá, la gente nos acompañó de manera espectacular, más allá de cualquier resultado. El ambiente es genial, se disfruta, el estadio es lindo. Nos gusta venir acá. La ciudad nos encanta, la pasamos bien. Son muchos más los aspectos positivos que los negativos, y eso tenemos que aprovecharlo.

-¿Qué recuerdos tenés de tu paso por la NBA?
-Muchos, muchos. A nivel individual mejoré mucho en el día a día, como tengo que mentalizarme y prepararme para cada juego. Estás constantemente evolucionando dentro y fuera de la cancha. Me fui sin experiencia, pero me sirvió mucho también para el futuro y eso lo capitalicé.

-¿Te quedaste con ganas de jugar más?
-No lo sé. Creo que en ese momento se dio así y jugué lo que jugué. Aproveché los minutos que tuve, los partidos que tuve, pero no sé si me quedé con ganas o no. Estuve ahí, en la mejor liga del mundo. Era un sueño que tuve de pequeño, me llegó la oportunidad y traté de aprovecharla de la mejor manera que pude. Estoy muy agradecido.

-¿Y a qué te costó más adaptarte? ¿Al tipo de juego, a la cantidad de partidos, al idioma?
-Todo fue un cambio muy grande. Era mi primera experiencia fuera del país y en la NBA. Era todo nuevo, yo nunca había salido de Argentina ni para ir de vacaciones. Era un aprendizaje todos los días. Cómo manejarme con determinadas cosas, la complicación con el idioma, conocer gente distinta de otros lugares, con distintas culturas, vivir en un horario distinto. Una suma de cosas.

-Ya jugaste más tiempo en la Liga ACB que en la Liga Nacional. ¿Te sentís un español más?
-No me siento un español, pero sí me gusta estar en España. La paso bien. Me afiancé en esa Liga, la disfruto. Es una competencia que cada año se mejora, el nivel físico y el basquetbolística van aumentando, cada vez llegan mejores jugadores. Estoy muy feliz de poder estar ahí, de poder pertenecer.

-Individualmente estás en un gran momento…
-Sí, sí. Estoy con confianza. Estoy en una ciudad (Las Palmas) que me encanta. La isla es muy linda. Mi primer paso por ahí no había sido tan bueno, pero ahora llevo dos años y medio, fui mejorando, adaptándome. La gente me da una confianza tremenda y eso se nota. Ayuda para que uno se libere y a la hora del juego saque todas esas ganas de demostrar lo que uno tiene para dar.

-¿Qué se puede esperar de Chile?
-Jugamos contra ellos en Santiago del Estero, el año pasado. Creo que es una selección que constantemente va evolucionando. Tiene jugadores en Europa, aunque algunos ahora no vinieron, pero mejoran todo el tiempo. Es un equipo al que hay que prestarle atención. Tiene muy buenos jugadores. Dependerá de nosotros, del enfoque que le demos para otorgarles la atención que se merecen. Es una selección muy competitiva.