Con la instalación de la tostadora Probat “Promundo 2000” en la planta de Café Cabrales en el Parque Industrial, la empresa marplatense dio un gran paso para revolucionar su producción gracias a este avance tecnológico que permite mejorar la elaboración de sus productos y optimizar los estándares de calidad con “lo mejor que hay hoy en el mundo”.

La imagen del maestro tostador delante del fuego para encontrar el grado justo del tostado de los granos de café quedó atrás hace tiempo. La empresa ya tenía una tostadora de la misma marca alemana, pero ahora, con una inversión de 1,5 millones de dólares mediante un crédito del Banco Nación, “pasamos de tostar con un Fitito a hacerlo con un Rolls-Royce”, graficó el empresario Martín Cabrales al recibir a LA CAPITAL en la planta industrial.

Incremento de producción

Gracias a esta nueva y moderna máquina, capaz de tostar hasta 2.500 kilos de café por hora, “se incrementó un 30% la capacidad productiva” en un proceso que ahora es “más sustentable” y “más amigable con el medioambiente”.

El tostado de café se digitalizó y el tiempo del proceso se redujo a la mitad: en apenas 15 minutos y bajo condiciones controladas, el grano verde pasa a estar tostado y avanza al siguiente eslabón de la cadena.

En ese sentido, mejoró el tratado del grano y hasta se pueden crear “curvas de tostación” o “grabar recetas”. Al poder controlar más variables, pueden hacerse modificaciones grado a grado en busca del mejor tostado de cada grano de café y automatizar el tiempo y las condiciones del tostado, entre otras ventajas, literalmente apretando un botón en una pantalla.

De todos modos, más allá del gran avance, se mantiene intacta la esencia y el espíritu con el que la familia Cabrales fundó esta empresa líder hace 81 años. Por eso, los especialistas de la fábrica siguen haciendo un entrenamiento sensorial y se capacitan para conocer hasta el más mínimo detalle de cada grano y de la cadena de producción. Están orgullosos de la nueva tostadora y de las ventajas que permite, pero no pierden de vista pilares como el trabajo, la producción y la innovación para crecer.

Por cierto, la millonaria inversión, destacaron Martín Cabrales y su hermano Germán, fue posible gracias a un crédito del Banco Nación, al acompañamiento del Ministerio de Desarrollo Productivo y a las gestiones del ministro de Economía, Sergio Massa.

“Esto es tecnología de punta, no tenemos nada que envidiarle a otros países del mundo. Tenemos lo mejor que hay”, destacaron.

Café de especialidad

Lo que para algunos es una “moda” o “tendencia”, en esta firma marplatense lleva décadas de trabajo. “Cabrales hace 81 años fue la primera empresa que empezó con el café de especialidad en Argentina. Como empresa, somos líderes absolutos del café tostado. Mi abuelo fue el primero que hizo café tostado, fue el inicio de lo que hoy se llama café de especialidad”, afirmaron los responsables de la compañía líder del sector.

“Seguimos apostando a la producción, innovando y creciendo. De ahí sale el mejor café tostado colombiano, peruano, brasilero, todos certificados. El objetivo es cada vez darle mayor calidad al consumidor”, agregó Martín Cabrales.

La nueva tostadora se terminó de montar hace pocas semanas y se integró perfectamente al resto de la planta, en la que trabajan unas 150 personas, y la amplia cadena productiva del café de especialidad.

El proceso comienza en pequeñas y medianas fincas con la selección e importación de granos (de Colombia, Brasil, Perú y otros países productores), continúa con la logística de importación, el cuidado de la materia prima, el tostado (ahora mejorado), el secado y el proceso de envase y almacenamiento hasta su distribución en el mercado y el consumo en el hogar o la mesa de un café.

“Por año, en el mercado gastronómico, Cabrales está hoy en 170 millones de pocillos”, detalló el empresario al frente de la empresa y explicó: “Constantemente, se busca mejorar la experiencia en el pocillo y para eso debemos ajustar procesos, tener buen ojo para ver a quién le compramos, cómo lo hacemos, con qué certificaciones. Es un arduo trabajo que nos apasiona y nos genera mucha satisfacción”.

En Argentina, el consumo promedio de café es de un kilo al año por persona, un número bajo en relación con otros países (entre 5 y 9 kilos por persona).

Además, el 85% de los cafés que se sirven se toman con leche. Por eso, Cabrales acaba de firmar un acuerdo con La Serenísima para lanzar muy pronto una leche especial que permita garantizar que la bebida se mantenga intacta sin que la leche resulte tan invasiva, es decir, que no cubra el sabor del café en su esencia.

“Más incentivos, menos control”

Con una taza caliente entre sus manos, Martín Cabrales analizó la situación actual del país, las dificultades económicas y las oportunidades que abrió el reciente acuerdo bilateral con Brasil, principal aliado comercial de la Argentina.

“Yo digo con orgullo que soy empresario y admiro a muchos de mis compañeros de la Unión Industrial Argentina (UIA), que ha tenido una participación fabulosa con la Unión Industrial de Brasil firmando una hoja de ruta que estrechará las relaciones comerciales, con el acompañamiento también de Daniel Scioli que es un excelente embajador”, analizó en primer lugar.

Seguido, a su entender, lo que el Gobierno nacional debe conseguir es “que los argentinos tengamos confianza en nuestra propia moneda” y que “los empresarios invirtamos cada vez más”. Para eso, sin embargo, marcó que “debería haber más incentivos y no tantos controles”.

“Hacen falta más créditos e incentivos para que la industria crezca y pasar de ser un país planero a un país con trabajo, porque hoy el 40% del país está en la informalidad. Y la peor informalidad que tiene el trabajador es la inflación”, analizó Martín Cabrales.

El empresario marplatense destacó el “buen criterio” del ministro de Economía, Sergio Massa, que “se ocupa personalmente de los temas y dialogamos semanalmente”. Además, calificó como una “muy buena idea” la posibilidad de crear una moneda común con Brasil y señaló que “hay que seguir potenciando la industria para crecer”.

“Estamos en un proceso difícil con la inflación. Ha mermado mucho el poder adquisitivo de todos los argentinos y hoy todos podemos comprar menos”, dijo el empresario. De igual modo, se mostró optimista de cara al futuro, y auguró que haya “un aumento del consumo” y que se tomen “las medidas adecuadas” para reponer las reservas del Banco Central y “salir adelante”.