El bloque oficialista del Concejo Deliberante buscará llegar al verano con una norma que regule la realización de eventos de más de 800 espectadores. Para eso, la semana pasada los bloques del radicalismo y la Agrupación Atlántica presentaron un proyecto de ordenanza que establece criterios para la organización de espectáculos tanto en espacios cerrados como en la playa y la costa.

Según la presidenta del bloque radical, Cristina Coria, la norma viene a cubrir un vacío legislativo. “Especifica cuáles son los procedimientos a seguir para poder habilitar un espectáculo de tipo masivo, que son aquellos de más de 800 personas que simplemente van como público o participan en ellos”, dijo.

“Contiene una serie de pasos a seguir, cuestiones en las que el municipio debe ser riguroso en el control previo, durante y posterior al evento. Y nos parece que una forma de darle claridad a esto es generar un marco normativo, una ordenanza donde, por otra parte, se acrediten claramente las responsabilidades de aquellos que llevan adelante la producción”, agregó.

La iniciativa establece que los interesados en organizar este tipo de eventos, ya sea en clubes, estadios, salones, boliches o en escenarios ubicados en la playa, deberán solicitar autorización ante la Dirección de Inspección General, en la que tendrán que acreditar la habilitación del lugar para la actividad propuesta.

El productor deberá solicitar esta autorización con 15 días hábiles de antelación y presentar una serie de informes como el del personal que se ocupará del operativo de seguridad y el de la asistencia médica que se adoptará.

El proyecto contiene al menos dos grandes ejes: por un lado, el de los requisitos para que el espectáculo sea seguro; por el otro, la excepción para los productores de adaptarse en estos eventos al Código de Publicidad (tanto al actual como al que lo vaya a reemplazar). Es porque el oficialismo está convencido de que esa limitación trabó el desembarco de grandes eventos a Mar del Plata.

La seguridad

Entre los informes previos que deben presentar los productores figuran el plan de evacuación y la provisión de puntos de evacuación. No son detalles menores después de tragedias como las de Cromañón, donde murieron 194 personas al quedar atrapadas en el boliche cuando se produjo un incendio, y la de Time Warp, la fiesta electrónica en la que cinco jóvenes ingirieron una droga que les causó la muerte.

Incluso una vez que reciba la autorización para organizar el evento, el productor tendrá que difundir entre la concurrencia material propio o gubernamental de campañas preventivas de la drogadicción, el consumo de alcohol y la violencia.

Los productores también deberán contratar un servicio de limpieza (un punto clave cuando las fiestas son en espacios públicos abiertos), baños químicos en caso de ser necesario y, si son eventos cerca del mar, guardavidas.

Ocho horas antes de la realización del espectáculo, deberán estar preparados para su inspección el escenario, el sonido, las luces, las rampas, los generadores, la instalación eléctrica, los baños químicos y “cualquier otra instalación relativa a la realización del evento en las condiciones de máxima aptitud y seguridad”, establece el proyecto.

“Estoy a favor de que regulen la actividad para todo el mundo igual y haya un control para el bien común, no para el bien de una empresa particular”, advirtió el productor de espectáculos Pablo Baldini. “Hoy Mar del Plata no tiene ninguna disposición que regule los eventos. Lo que hacemos es autorregularnos”, añadió.

Según Baldini, lo que sucede ahora es que hay asuntos que quedan a la libre interpretación del inspector a cargo. “Lo importante es buscar el control de la actividad regulada para todo el mundo igual”, insistió. Y señaló que el municipio no debe transformarse, a partir de esta reglamentación, en “un mero ente recaudador” (por cada habilitación cobrará entre 4.000 y 8.000 pesos).

La publicidad

El proyecto establece que estos eventos quedarán exceptuados de adaptarse al Código de Publicidad. “Es que son espectáculos de muy poca duración y que puedan traer su propia publicidad”, explicó a LA CAPITAL Patricia Leniz (Agrupación Atlántica).

La concejal se mostró entusiasmada porque “se terminó de elaborar un proyecto muy necesario para la ciudad, que va a traer grandes eventos”. A su entender, “todo lo que permita la inversión en la ciudad es más que importante”.

Baldini es contundente: “Si queremos que este tipo de eventos no se vayan a Pinamar, se debe proceder distinto: con la anterior gestión no se podía poner ni un cartel de la marca que hacía el evento”, ejemplificó.

Esto va a servir, a su criterio, para que por un lado la Municipalidad recaude más y, por otro, para que “algunas marcas se sientan apoyadas y no las echen cuando quieran hacer un evento en Mar del Plata”.

La iniciativa también creará un registro de productores de eventos masivos de inscripción obligatoria y consulta pública. Contendrá los datos de los organizadores y “proporcionará información de utilidad para que toda persona, institución o empresa que tenga la intención de realizar este tipo de espectáculos pueda contactar a una empresa organizadora de eventos, debidamente autorizada y calificada para la actividad”, según se lee en el mensaje de elevación del proyecto dirigido al presidente del Concejo.

El registro “resultará un mecanismo de información, público, transparente y eficaz que aportará datos sobre capacidad, especialidad, antecedentes y demás circunstancias de los profesionales o empresas del ramo (…) estableciendo un estándar de calidad que será tenido en cuenta a la hora de nuevas solicitudes”, apunta.

Diez claves del proyecto

1) Toma en cuenta como “espectáculo eventual masivo” a todo acto, reunión o evento de carácter cultural, artístico, musical, deportivo o conmemorativo que convoque a más de 800 espectadores o participantes y se lleve a cabo en espacios del dominio público o privado en escenarios como estadios, clubes, salones, discotecas o playas.

2) Los interesados en organizar este tipo de eventos deberán solicitar autorización ante la Dirección General de Inspección General. Prohíbe expresamente su realización sin autorización previa.

3) El productor deberá acreditar la habilitación del sitio para la actividad propuesta a su nombre, o en su defecto, la autorización del propietario o quien acredite la legítima ocupación del lugar habilitado para la actividad propuesta.

4) El productor del evento deberá solicitar ante la Dirección General de Inspección General la autorización correspondiente con una antelación mínima de 15 días hábiles. Para ello deberá adjuntar una serie de informes, como el de la implementación del operativo de seguridad y el de asistencia médica que se adoptará.

5) El organismo municipal otorgará o denegará en no más de cuatro días la prefactibilidad del evento.

6) En caso de que la otorgue, el productor deberá añadir más información, como el seguro de responsabilidad civil que cubra los riesgos por siniestros que afecten la integridad física de los concurrentes; el plan de evacuación avalado por un profesional matriculado; el contrato de un servicio de limpieza, la provisión de puntos de hidratación, la de baños químicos (si son necesarios) y la contratación de guardavidas cuando corresponda, entre otros.

7) Ocho horas antes de la realización del evento las instalaciones estarán preparadas para ser inspeccionadas. Incluye escenario, sonido, luces, rampas, generadores, instalación eléctrica, baños químicos y cualquier otra instalación relativa a la realización del evento en las condiciones de máxima aptitud y seguridad.

8) Una vez otorgada la autorización, el productor deberá difundir entre la concurrencia, con material propio o aportado por el Estado nacional, provincial o municipal, las campañas que se desarrollen referidas a la prevención de la drogadicción, consumo de alcohol y violencia.

9) Los eventos de este tipo quedarán fuera del alcance del Código de Publicidad actual o el que lo sustituya.

10) Se creará un registro de productores de espectáculos eventuales masivos con el objetivo de mantener un archivo de actuaciones y antecedentes, que calificará la calidad, eficiencia y cumplimiento de la normativa para la aprobación de futuros eventos.