Por Clara Antón

VIENA, Austria.- Con sólo 16 años, la violinista argentina Pilar Policano ha pasado por el prestigioso Perlman Music Program de Nueva York, es la becada más joven del Mozarteum Argentino y se prepara en Viena para tocar en los escenarios más importantes del mundo. Este sábado actúa en Argentina, tras un año fuera.

“Siempre me encanta volver a mi país, a mi público, siempre me reciben de manera muy cariñosa”, cuenta a EFE en una entrevista en el Museo Albertina de Viena, adonde se trasladó hace trece meses con su familia para formarse en la escuela del maestro Boris Kuschnir.

El traslado de su Buenos Aires natal a la capital mundial de la música clásica fue posible gracias a la beca “Georg & Ferdinand Porak” que le concedió el año pasado el Mozarteum Argentino.

Además, este pasado verano Policano se convirtió en la primera argentina en ser admitida en el prestigioso Perlman Music Program Summer Music School en Nueva York.

En Viena, el maestro Kuschnir la prepara, sobre todo, para “cuidar los detalles y el sonido”, además de transmitirle “el amor por la vieja escuela del violín”, cuenta la joven violinista.

Tras un año fuera de casa, Policano actuará este sábado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires; el día 11, en el Teatro Argentino de La Plata y, al día siguiente, en el Centro Cultural Kirchner (CCK).

Pese a que califica de “muy lindo” este reencuentro con su país, la violinista asegura que aspira a tener una carrera internacional.

Así, afirma que le encantaría “tocar en las salas más importantes, como el Musikverein de Viena (donde se celebra el famoso Concierto de Año Nuevo) o el Carnegie Hall de Nueva York”.

De momento, Policano ya tocó el pasado abril en una audiencia privada con el papa Francisco en Budapest.

Además, el año pasado, ganó el Gran Premio del Concurso Internacional de Violín Yankelevitch y el Premio Especial en el Concurso Internacional Nouvelles Etoiles, y en 2021, el Primer Premio de la Competición Internacional de Violín de San Petersburgo.

Enamorada de la música clásica

Policano, que cada día se enamora “más de la música clásica”, subraya la importancia para un músico de encontrar su propia voz, algo por lo que admira a María Dueñas, la violinista española de 20 años que el año pasado ganó el Premio Princesa de Asturias de las Artes, y de la que Policano admira su técnica y autenticidad.

“Al hablar, yo sé quién me está hablando, entonces al tocar tiene que ser igual. Es muy importante ser auténtico al tocar, y eso es lo que estoy buscando”, explica la artista.

Aunque sus gustos musicales van desde Bach hasta Taylor Swift, esta joven promesa del violín tiene especial admiración por el virtuosismo de Niccolò Paganini (1872-1840).

“Con Paganini se puede demostrar lo que se puede hacer con un violín. Me gusta ver las reacciones del público y cómo se asombra, es muy divertido”, explica Policano.

Aunque para la joven música es “maravilloso” subirse al escenario y “compartir con el público” lo que tanto trabaja día a día, también disfruta -aparte del violín- de la ópera, del ballet y de la música coral y le interesa la composición.

Música clásica y juventud

Pese al esfuerzo y el trabajo que requiere prepararse para una carrera como música profesional, Policano asegura que no envidia a la gente de su edad.

“En general, no salgo de fiesta”, afirma tras decir que, de hecho, su vida está más llena que la de otros adolescentes gracias, justo, a la música clásica.

“Los chicos de mi edad piensan que la música clásica es muy aburrida o para gente grande (mayor). Yo creo que es algo realmente fascinante, es un mundo maravilloso”, sostiene.

Por eso, invita a que más jóvenes tengan la curiosidad de acercarse a la música clásica.

“Yo también me adentro un poco en la música más popular, que es más desconocida para mí”, añade.

Además de tener una clara conexión con los clásicos del barroco o del romanticismo desde pequeña, Policano también disfruta de los tangos tradicionales de Argentina.

EFE.