Brutal asalto en el barrio Las Américas: ataron a un anciano y le dieron una paliza en su casa
Tiene 90 años y fue sorprendido por tres ladrones que lo maniataron con toallas y lo golpearon hasta quebrarle una costilla. También atacaron a su perra y se llevaron 19 mil pesos, objetos de valor "y casi toda su ropa".
Manchas de sangre y desorden total: con este panorama se encontró el hijo de la víctima al arribar a la vivienda a la que habían ingresado los ladrones.
Un anciano de 90 años fue víctima de un brutal asalto en su casa del barrio Las Américas: tres delincuentes lo sorprendieron este sábado a la mañana mientras dormía en su habitación y después de amenazarlo, atarlo y golpearlo salvajemente, huyeron con dinero y objetos de valor.
El hecho, que es investigado por el fiscal Mariano Moyano y el personal policial de la comisaría decimoprimera, ocurrió en una vivienda ubicada sobre la calle Ayolas. El robo se produjo este sábado a la mañana, aunque recién trascendió en las últimas horas y a pesar del hermetismo de las fuentes del caso.
Según pudo saber LA CAPITAL, el jubilado -ex trabajador de un hotel bancario- se despertó alrededor de las 6 de la mañana y fue hacia la cocina para abrir la puerta enrejada del patio trasero con el objetivo de que saliese su perra. Una vez que su mascota se dirigió hacia ese sector, volvió a su habitación sin cerrar nuevamente aquella puerta con llave: jamás sospechó que ese simple acto le ocasionaría una verdadera pesadilla minutos después.
De acuerdo a la reconstrucción del asalto, la víctima aún no pudo determinar cuánto tiempo pasó desde que regresó a la cama hasta el instante en que tres ladrones lo despertaron a cachetazos. Tampoco puede calcular, aún en estado de shock, cuál fue el lapso en el que permanecieron los intrusos en su propiedad. Lo que sí se sabe hasta ahora que el llamado a la policía fue realizado aproximadamente a las 9.30.
En medio, los asaltantes llevaron al hombre desde su cuarto hacia una especie de living que hay en la casa y allí lo tendieron en el suelo y lo ataron con toallas. A medida que desordenaban absolutamente todo el mobiliario, le propinaban patadas y golpes en el cuerpo y la cabeza: uno de ellos (no se sabe bien si fue efectuado de puño con un objeto romo que podría ser la culata de un arma de fuego) le provocó una herida sangrante en el cuero cabelludo. Otro una fractura en una costilla.
“Qué buen televisor, viejito. Ahora me lo llevo y se lo regalo a mi hijo”, contó más tarde la víctima que le decía uno de los ladrones, en tono de burla. Efectivamente, ese artefacto al igual que una plancha recientemente comprada, una motosierra eléctrica y 19 mil pesos extraídos de un cajero automático el día anterior fue parte del botín robado por los delincuentes.
Pero no fue todo. También se llevaron “casi toda su ropa”. “Sólo le dejaron tres boxers, un calzoncillo largo y un jean. No le quedaron ni zapatillas, ni sacos, ni pantalones… Nada”, confió al respecto un informante que dialogó con este medio.
Y agregó que además de amenazar a los gritos y golpear a la víctima cada vez que pasaba a su lado, uno de los asaltantes -que llevaban sus rostros semitapados por cuellos de buzos y capuchas- le dio una patada a la perra. Luego de la agresión, ocurrida cuando buscaba acercarse a su dueño, el animal volvió despavorido hacia el patio trasero.
Cuando por fin se hicieron de todas las pertenencias del jubilado que les interesaron, y después de haber provocado daños materiales casi totales en el lugar, los ladrones escaparon. El anciano se dio cuenta de que el asalto había finalizado cuando regresó su mascota hacia el interior de la finca.
A continuación, se colocó una manta encima y salió a la vereda a pedir ayuda. Entonces, se percató también de que la puerta de ingreso estaba abierta y se abocó a buscar el manojo de llaves, que encontró más tarde sobre una mesa emplazada en el patio.
En ese contexto, se produjo el llamado al 911 y arribó al lugar personal policial de la comisaría decimoprimera para comenzar la investigación bajo las órdenes del fiscal Moyano.
Internación y peritajes
Una vez que la policía se presentó en el lugar y la víctima estuvo a resguardo, se decidió su traslado al Hospital Privado de Comunidad (HPC), debido a que la herida sangrante que presentaba en la cabeza era de consideración y sentía, además, un fuerte dolor en la zona intercostal.
Los médicos que trataron al jubilado en el nosocomio privado dispusieron su internación por varias horas, ya que la lesión en el cuero cabelludo le provocó un leve traumatismo de cráneo y precisó una sutura de cinco puntos. En tanto, el mencionado dolor en la zona intercostal, se supo después de realizar los correspondientes estudios, era producto de que tenía una costilla quebrada, como consecuencia de una de las patadas padecidas. También presentaba el anciano escoriaciones en los codos y otras partes del cuerpo.
Sobre el anochecer de este sábado, el hombre recibió el alta médica y se retiró del HPC con su hijo, quien decidió que se mudara temporalmente a su casa para que no tuviera que regresar a la vivienda asaltada.
Mientras tanto, Moyano -titular de la fiscalía especializada en investigar robos violentos en viviendas- ordenó que se llevaran a cabo una serie de peritajes de rigor en la propiedad a cargo de la Policía Científica. A los efectivos de la comisaría decimoprimera -que tiene jurisdicción en ese sector de la ciudad- les solicitó que relevaran testimonios y analizaran videos tomados por cámaras de seguridad emplazadas en el barrio, a los fines de identificar a los posibles sospechosos para luego poder detenerlos.
En esa línea, los pesquisas suponen que los delincuentes habrían escapado a bordo de un automóvil, ya que no se explican cómo pueden haber trasladado los objetos robados de otra forma. Otro punto que deben establecer es si los autores del asalto realizaron tareas de inteligencia sobre la víctima o si se trató de un hecho “al voleo”, y si contaron con la colaboración de una cuarta persona.
Conforme trascendió este domingo, al momento no hay testigos que hayan podido aportar información relevante para el desarrollo de la causa judicial ni mucho menos posibles acusados señalados.