Allá lejos y hace tiempo, cuando recién había sido cerrada al paso vehícular a comienzos de los ’80, la Peatonal San Martín gozaba de su máximo esplendor: cafeterías coquetas, las marcas de mayor renombre, salas de cine y teatro, y ocupación a tiempo completo de sus espacios por parte de un público que sabía disfrutarla. Al menos así la recuerdan vecinos y comerciantes que hoy lucen enfurecidos y reclaman por su estado actual.

No es para menos: el crimen de un adolescente de 17 años a la 1 de la madrugada de este martes 21 de febrero, en pleno fin de semana de carnaval, fue la gota que colmó el vaso para ellos. En una recorrida realizada por el punto neurálgico de la ciudad, LA CAPITAL recogió testimonios de distintos marplatenses que viven y trabajan en ese sitio, y que exigen medidas urgentes a las autoridades políticas, judiciales y policiales.

A tal punto llega la sensación de hartazgo que manifestaron en diálogo con este medio, que hombres y mujeres que pidieron no dar a conocer sus identidades adelantaron que se organizarán para pedirle al intendente Guillermo Montenegro por escrito que tome cartas en el asunto. Un asunto que, dicen, no buscan politizar “porque viene de hace mucho” pero que “ya es hora de poner en agenda en serio”.

“Estamos cansados. Lo de anoche se veía venir y era evitable: las banditas se viven peleando acá”, dice un empleado de un local de venta de ropa elegante para hombre. Y en seguida aclara que la situación “no es sólo un problema de violencia que afecta a los que les toca sufrirla sino que además complica la actividad comercial”. “A nosotros nos perjudica. Trabajamos para una empresa que tiene 120 locales en todo el país y ya hace tiempo que le dejaron de invertir plata al negocio, o al menos no como lo hacen como antes, y es porque el producto que venden en este lugar no es lo mismo venderlo ahora que hace 20 años cuando lo pusieron, porque la decadencia de la zona hace que la clientela no venga acá”, explica el experimentado trabajador.

Por su parte, dos empleadas de un tradicional comercio de golosinas, bebidas y juguetes que linda con un famoso restaurante de comidas rápidas también se mostraron enojadas con lo sucedido. “Nosotros en invierno cerramos a las 10 de la noche y a las 11 ya no se puede pasar por acá, es un peligro. Vuelan botellazos, se pelean los grupos de pibes, están drogados y borrachos… En el verano por ahí pasa menos pero igual pasa”, señala una de las jóvenes.

La otra, en tanto, expresa que “todos los días hay un problema: ayer, antes de que pasara lo del crimen de este chico, prendieron fuego un contenedor acá a la vuelta frente a la Facultad de Derecho“. “Hay mucho violencia, hemos visto muchas peleas y nadie hace nada. Chicos en esta cuadra hubo siempre pero los enfrentamientos que hay ahora antes no pasaban”, añade.

Una vecina de la zona que espera un hijo, al ser consultada por este medio acerca de lo sucedido en horas de la madrugada, menciona que “no es que pasó anoche esto nada más, pasa todo el tiempo”. “Esto es tierra de nadie. Yo hace 8 años que vivo en un departamento de uno estos edificios de San Martín, entre Córdoba y Santiago del Estero, y como estoy embarazada me cuesta dormir bien, y siempre me despierto porque escucho peleas, a gritos y físicas también”, indica.

Y continúa: “A la tarde también pasa. La gente se pelea hasta por el lugar en la fila de los bancos (Provincia y Nación). Anoche oímos los insultos y vimos que se estaban peleando dos grupos, llamamos al 911 porque en el mangrullo ese que está en la esquina nunca hay nadie, y después cerramos la ventana y nos fuimos a dormir. Hoy nos levantamos y nos enteramos que habían matado a un pibe, no nos sorprende pero aún así nos cuesta entenderlo”.

El puesto de policía al que la vecina hace referencia como “mangrullo”.

También en diálogo con LA CAPITAL marplatenses y turistas que caminaban por la Peatonal este martes cerca del mediodía vertieron su opinión sobre su estado. “Cambió mucho la zona, es más peligrosa que antes y no es lindo venir y sentirse inseguro, la verdad”, dice uno de los peatones que, por edad, fue testigo del paseo céntrico en otros tiempos. Por su parte, una mujer que viajó a la ciudad para pasar el fin de semana largo agrega: “Está pasando en todos lados, no es sólo en Mar del Plata. Hay un problema social y cultural además de económico que hace que haya mucha violencia y que la gente no tenga respeto por el otro”.