Moscú, RUSIA.- Brasil llega al epílogo de la fase de grupos del Mundial con necesidad de puntos, al menos uno para pasar de fase, y sin el estatus de la selección potente que obtuvo la clasificación a Rusia con varias jornadas de anticipación y mucha distancia sobre el segundo. Desde las 15 se medirá con Serbia, que también llega con aspiraciones de clasificación, en la tercera fecha del Grupo E.

Brasil sufrió en las dos jornadas anteriores, pero no porque sus rivales hayan sido superiores. En el debut no pasó del empate con Suiza y después doblegó a Costa Rica recién en el alargue. Por eso, no puede darse el gusto de caer, ya que podría quedar eliminado inesperadamente en la fase inicial.

De frente se encontrará en Moscú con una Serbia que después de vencer a Costa Rica y perder con Suiza, intentará dar la sorpresa para lograr pasar de fase por primera vez en la historia.
Brasil, con jugadores de calidad en el ataque y habituados a marcar goles, tuvo hasta aquí poca efectividad.

Tanto que Tite se planteó desmontar la fórmula que la prensa bautizó como “los 4 Fantásticos” debido a las pocas vibraciones que producen Willian y Gabriel Jesús. Neymar, el referente de la selección, avanza en la procura de su forma ideal tras la operación a la que se sometió en marzo pero fue importante para inquietar a sus rivales y como premio a su esfuerzo ya aportó un gol en el último encuentro con Costa Rica. A falta del mejor Neymar, bueno fue el aporte del constante Philippe Coutinho, el mejor jugador en los encuentros previos.

Que Serbia, con tres puntos de seis posibles llegue a la última jornada del Grupo E con opciones de avanzar como Brasil y Suiza, que suman cuatro, habla muy bien del técnico Krstajic y sus pupilos, que no destacan por grandes gestas al ataque pero sí por el equipo rocoso que tienen.

Para el equipo serbio fueron días intensos por los ecos del encuentro ante Suiza. Las declaraciones contra el árbitro del propio Krstajic y del presidente de la federación, Slavisa Kokeza, le costaron a ambos multas del Comité de Disciplina de la FIFA y advertencias en caso de que se repitan.

Bajo la denominación actual de Serbia, estas selecciones se enfrentaron sólo una vez, en un amistoso en Sao Paulo el 6 de junio de 2014, con victoria brasileña por 1-0. Era el último amistoso preparatorio del conjunto que dirigía Luiz Felipe Scolari antes del Mundial de Brasil y tan sólo pudo desequilibrar la balanza con un tanto del delantero Fred en el segundo tiempo.

Como Yugoslavia ambas selecciones se midieron otras dieciocho veces, con un balance netamente favorable a la “canarinha”, que ganó nueve encuentros, empató siete y tan sólo perdió dos, en el Mundial de Uruguay ’30 (2-1 en la fase de grupos) y en un amistoso en Belgrado en 1934. En la Copa del Mundo de Brasil ’50 el conjunto sudamericano ganó 2-0, en tanto que en Suiza ’54 y en Alemania ’74 igualaron 1-1 y 0-0 respectivamente.