Por Marcelo Solari
Desde Santiago de Chile

A apenas ocho días de su cumpleaños número 31, lejos de casa y de los afectos más cercanos, la marplatense Florencia Borelli ratificó su condición de mejor fondista argentina. Su segundo puesto de este domingo en los 42,195 kilómetros, representó una histórica primera medalla “albiceleste” en el maratón femenino en la historia de los Juegos Panamericanos. Un logro formidable, si bien resignó el oro en los últimos 1000 metros de la competencia que se inició y concluyó en la Explanada Campo de Marte, en el Parque O’Higgins.

Es que la mexicana Citlali Cristian, con quien luchó kilómetro a kilómetro durante toda la prueba, tuvo mayor resto y logró superar a la marplatense en los metros finales, para establecer un nuevo récord de los Juegos, con 2h27m12s. Todo el recorrido fue “palo y palo” con la azteca, aunque Borelli estuvo al frente durante la mayor parte del maratón. Y los últimos kilómetros fueron una montaña rusa de emociones, con el sufrimiento de todos los hinchas y periodistas argentinos y muy especialmente del profesor Daniel Díaz, actual director general del Enard, marplatense y hombre del atletismo de toda la vida, quien vivió con un nerviosismo inusitado esos metros definitorios.

Borelli cruzó la meta (2h27m29s) y literalmente se desplomó, abrumada por el esfuerzo supremo, y tuvo que ser asistida por el personal de salud de la organización. La peruana Gladys Tejeda, quien poseía la plusmarca anterior, llegó tercera (bronce), con 2h30m39s.

La plata de Borelli fue, también, la primera presea para Mar del Plata en estos XIX Juegos Panamericanos. Y su registro quedó a apenas 39 segundos de la marca mínima exigida para los Juegos Olímpicos de París 2024 (2h26m50s). Luego de recuperarse convenientemente y de pasar por la emotiva ceremonia de premiación, la atleta marplatense pasó por la zona mixta y entregó las siguientes expresiones:

-¿Qué sentimientos afloran en este momento?

– Estoy súper emocionada. Es mi primera medalla panamericana, en un circuito muy duro, al principio con subida, luego con bajada, había bastante humedad, y además, la mexicana salió a correr desde el principio, así que había que salir a correr también. No me esperaba esta marca en este circuito (N. del R.: estuvo muy cerca de su récord argentino, 2h26m54s), en este lugar, así que súper positivo todo. En el último kilómetro me quedé sin piernas pero di todo lo que tenía. Y eso me deja conforme.

-¿Ya tomaste dimensión de lo que significa esta medalla para el atletismo argentino?

– Un poco sí y un poco no. Creo que pasadas las horas voy a tomar un poco más de conciencia. Llegué súper descompensada, me bajó bastante la presión. Así que a medida que pase el tiempo voy a ir tomando dimensión de lo que representa.

Florencia Borelli cumplió una gran labor en Chile. Foto: EFE | Esteban Garay.

– ¿Cómo fue tu preparación para estos Juegos?

– La hice en Cachi, en Salta, en la altura. Fue muy dura, como todas las preparaciones para el maratón. Llegué muy bien pese a la avanzada época del año, cuando estamos todos un poco cansados. Mi sueño era estar en el podio panamericano y se dio.

– ¿Cómo te recuperaste después de la llegada?

– Me siento súper bien ahora. Me han preguntado mucho, se han preocupado mucho. Fue un poquito la baja de presión y el mismo esfuerzo. Pero nada más que eso.

– ¿Te das cuenta de que sos una referente del maratón en una distancia en la que no tenés tanta experiencia?

– Bueno, creo que nació de manera natural. Un poco la prueba te elige a vos. Un poco me pasa eso. Tengo pocos maratones, pero me sienta bien.

– Tenés el récord argentino en cinco diferentes distancias, incluido el maratón. ¿Cuál es tu distancia favorita?

– Me gusta correr todo, en realidad. Desde los 3.000 metros hasta el maratón. Pero si tengo que elegir, me quedo con los dos extremos: los 3.000 y el maratón.

– ¿Qué lugar de importancia le das a esta medalla de plata?

– Es mi logro más importante, sin lugar a dudas.

– ¿Cómo combinas la preparación con la maternidad, la familia?

– No es fácil, la verdad. Mi hijo Milo ya está grande, entiende un montón, se porta súper bien, me lo hace todo muy fácil. La medalla está dedicada a él.

– ¿Qué has tenido que dejar en el camino? ¿Qué tuviste que dejar de lado?

– El deporte de alta competencia exige dejar muchas cosas de lado. Lo que más me duele es el tiempo que pierdo con mi hijo (no pudo evitar quebrarse por la emoción y dejar escapar alguna lágrima). Pero en mi camino le estoy mostrando eso, que con el esfuerzo y con sacrificio se pueden lograr los sueños y todo lo que uno se proponga.