Los empleados de la farmacia San Martín descubrieron esta mañana que delincuentes ingresaron al local a través de un boquete realizado en los fondos, se llevaron medicamentos y accedieron  a las oficinas de una escribanía lindera.

Al advertir la presencia de un agujero en la pared y un gran desorden, el personal resolvió llamar de inmediato a la Policía, que en estos momentos se encuentra en el lugar intentando esclarecer lo sucedido.

Los delincuentes ingresaron durante esta madrugada tras realizar un minucioso trabajo que, aparentemente, se prolongó durante varias horas.

Si bien aún no se conocen datos precios, se supone que además de provocar daños los malvivientes lograron apoderarse de varios elementos de valor.

El hecho ocurrió en el local de San Martín 2455, ubicado en plena peatonal y en la escribanía Severino, localizada dentro del mismo edificio.

Entre las primeras personas en llegar al lugar estuvo Rubén, el encargado del edificio, quien pudo observar que el boquete a través del cual los delincuentes ingresaron a la propiedad se encuentra ubicado en los fondos.

Por ese motivo consideró que los malvivientes “tuvieron que ingresar por la avenida Luro, por la parte trasera del Correo Argentino” ya que “es imposible que lo hayan hecho por el frente” que da a la Peatonal San Martín.

“No es la primera vez que sucede algo así en la zona. Debe ser la tercera en el año”, aseguró.

Según Rubén, al revisar las instalaciones pudo observar que dentro de la farmacia había “un gran desorden y varios destrozos” al igual que dentro de las oficinas de la escribanía.

“Había una caja fuerte en el suelo. Creo que no llegaron a abrirla. Trabajaron durante toda la noche con varias herramientas y una moladora”, aseguró.