El intendente Carlos Arroyo se manifestó este viernes en contra de que el Concejo Deliberante le ceda sus facultades para determinar el aumento del boleto.

“Espero que no lo hagan porque no correspondería. Esa es una facultad del Concejo Deliberante”, dijo esta mañana luego de supervisar junto al secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, y el subsecretario de Transporte y Tránsito, Claudio Cambareri, la marcha del Programa Nacional de Compactación de vehículos (Pronacom) en un predio municipal de Alberti y Tres Arroyos.

La posibilidad de que haya una cesión de facultades se maneja como alternativa en el cuerpo legislativo. Es que el oficialismo no reunió aún los votos para aprobar el incremento. Pero Arroyo, como en otras discusiones sobre el boleto, se mostró reacio a aceptarla. “La representación directa del pueblo de la ciudad la tienen los 24 concejales. Para eso son 24. Yo soy uno solo. Mi función es ejecutar, nada más”, sostuvo. “Por lo tanto –agregó– es una función exclusiva que debiera ejercer el Concejo Deliberante, y creo que lo va a hacer”.

El jefe comunal incluso acotó: “Sé que (los concejales) son gente inteligente, que sabe pensar, que sabe utilizar el lápiz y que va a hacer cuentas y va a poner el corazón arriba de los pupitres para pensar en la necesidad de las empresas y en la necesidad de los usuarios. Yo creo en los concejales, a pesar de que ustedes crean que no, sé que son gente inteligente, que hay mucha gente que tiene bien puesto el corazón y que va a hacer lo que pueda por mejorar la situación”.

Arroyo aportó su postura respecto al incremento. Consideró “justo” el reclamo de los empresarios, pero dijo que hay que tener en cuenta las necesidades de la población. “Evidentemente todo aumentó de precio: el combustible, los sueldos, todo. Y los empresarios lógicamente tienen derecho a hacer un reclamo”, señaló, y agregó que, por otro lado, a la población “no le alcanza a veces para pagar el boleto o para comprar la comida”, lo que lo coloca a él “en una situación muy compleja”.

En el mismo sentido, puntualizó que la escalada del dólar “va a producir un impacto directo en el costo de las carrocerías, motores, combustible”. Enseguida añadió: “Qué le puedo decir a los empresarios, nada, pero qué le puedo decir a su vez al usuario, que tiene que tomar el colectivo cuatro veces por día y no tiene un sueldo que se lo aumenten en proporción”.

“Estamos como la milanesa del sándwich. Es una situación absolutamente difícil para cualquier intendente. Yo voy a tratar de pensar en toda la población, porque no solamente están los intereses de los empresarios, que son respetables, sino también las necesidades de la población, que son más respetables”, apuntó.

Aseguró además que el valor de boleto no debería superar los $ 18,81, el precio que aprobó en primera instancia la comisión de Transporte: “Creo que no debiera exceder mucho ese monto, porque la gente no puede pagar más”.