El director de Negocios de Biogénesis Bagó, Sebastián Perretta -especialista que trabajó en la instalación de una planta de vacunas antiaftosa del laboratorio en la provincia de Shaanxi- afirmó que para poder “vender a China es necesario producir en China” y auguró un futuro muy importante para las exportaciones de carne hacía el país asiático y el desarrollo de la ganadería vacuna.

En una entrevista con Télam, Perretta brindó detalles sobre la planta que montaron en China en una alianza con la firma local Hile Biotechnology y sobre la estrategia desarrollada por la firma de capitales argentinos.

“China es el primer productor mundial de cerdos y tiene un altísimo consumo, pero esa producción tiene problemas por la aftosa, que llegó inclusive a generarles problemas de productividad. De ese punto fue que surgió la necesidad, en 2012, de sumar tecnología de calidad y a partir del reconocimiento mundial que tiene Biogénesis fue que nos vinieron a buscar”, señaló el directivo.

“Así fue que ahora, que la planta de Shaanxi está produciendo, nos transformamos en la primera empresa de biotecnología de América Latina en producir en China”, destacó Perretta.

Al referirse a las dificultades que tiene el mercado chino para el ingreso de productos importados con valor agregado, uno de los objetivos de Argentina en el país asiático, Perreta dijo que “para venderle a China hay que producir ahí”.

“Tener un socio chino te abre puertas y te facilita todo. Si no estás asociado ahí, es imposible. El caso nuestro con nuestro socio Hile es muy parecido a lo que ocurrió con otros sectores muy distintos, como cuando fueron a buscar a Audi en los años noventa para producir autos de mayor calidad”, agregó.

Con la planta en Shaanxi, Biogénesis Bagó se transformó en la primera empresa argentina en producir íntegramente en China.

Otras firmas como Techint tienen plantas en el país asiático donde terminan productos que vienen de otros países, o la alimenticia Arcor, que cuenta con oficinas comerciales.

Perretta adelantó que la intención de Biogénesis Bagó no es quedarse sólo en China y que uno de sus objetivos es extenderse al mercado del sudeste asiático.

“Ahí tenemos un mercado muy importante, pero queremos aprovechar el prestigio que venimos acumulando para salir al Sudeste asiático con todo”, dijo.

“A partir de China y de nuestra experiencia con Taiwán, a quien le vendemos desde 1997, ya estamos mirando los mercados de Tailandia, Vietnam y Corea. Podemos vender desde nuestra planta en Garín -en la provincia de Buenos Aires- o tener otro modelo de negocios, con transferencia de tecnología”, detalló.

Perretta sostuvo que las opciones que manejan son asociarse a otras empresas locales, exportar directamente o hacer transferencia de tecnología.

“Muchas veces, como se trata de vacunas, los países quieren tener la soberanía en la producción y eso hace que tengamos que pensar otro modelo de negocios”, señaló.

La planta de Biogénesis Bagó en China produce vacunas antiaftosa para cerdos. La importancia del emprendimiento radica en que el país asiático es el principal mercado mundial en materia porcina y que crece fuerte en lo que respecta al desarrollo de ganado vacuno.

“China esta produciendo cada vez más cabezas de ganado, pero la demanda viene ganando, ese es un fenómeno que miramos con mucha atención porque es un negocio que puede ser muy importante para nosotros”, subrayó Perretta.

Para el directivo de Bogénesis Bagó, el “boom chino por la carne vacuna se vio en la gira del presidente Mauricio Macri, donde hubo mucho interés por aumentar las ventas de carne”.

La planta instalada en la provincia de Shaanxi implicó una inversión de más de US$ 60 millones y surgió de una alianza integrada en un 40 % por Biogénesis Bagó y en un 60 % por la china Hile. Tiene una capacidad de producción de 400 millones de dosis anuales, lo que implica un 20 por ciento de la demanda de vacuna antiaftosa del país asiático.

Además, Biogénesis Bagó es considerada como una empresa líder a nivel mundial en la producción y desarrollo de vacunas antiaftosa, cuenta con dos plantas en Argentina y una en Brasil, exporta a varios países de América Latina y es banco de antígenos de Estados Unidos y Canadá.