Beatifican a Pironio, el obispo que dejó una marca imborrable en Mar del Plata
Estuvo al frente de la diócesis local en tiempos difíciles, entre 1972 y 1975. Su milagro también lo hizo en la ciudad. Y fue el creador de la tradicional Marcha de la Esperanza. La ceremonia se hará a las 11, a las puertas de la Basílica de Luján
El cardenal Eduardo Pironio, segundo obispo de Mar del Plata y creador de la Marcha de la Esperanza, será beatificado hoy en Luján.
Hoy no será un día más para la comunidad católica de Mar del Plata. A las 11, a las puertas de la Basílica de Luján, beatificarán al cardenal Eduardo Francisco Pironio, exobispo de la ciudad entre 1972 y 1975, un hombre de fe que dejó una marca imborrable.
La eucaristía será presidida por el enviado papal, cardenal Francisco Vérgez Álzaga, titular de la Gobernación del Vaticano y secretario de Pironio durante 23 años. También participará de la misa el nuncio apostólico, Miroslaw Adamczyk, junto a obispos y sacerdotes.
La celebración será en la plaza General Belgrano de Luján. La fiesta ya comenzó anoche, con la oración de las vísperas en el interior del santuario y, luego, con la vigilia joven organizada por la Pastoral Juvenil Nacional, en la misma plaza.
En agradecimiento por la beatificación de Pironio, también hoy, a las 20, se realizará el concierto “Creciendo en armonía” en la parroquia de la Asunción en Mar del Plata, con entrada libre y gratuita.
El cronograma continuará mañana, a las 11, en el interior de la Basílica de Luján, donde se celebrará la acción de gracias.
Al hablar de Pironio, Vérgez Álzaga aseguró que “siempre fue un argentino apegado a su patria y a su gente”, resaltó su “opción por los pobres” y lo recordó como alguien “acostumbrado a trabajar sin aparecer, sin hacerse notar”.
El milagro
El decreto de la Congregación para las Causas de los Santos, que autorizó la beatificación de Pironio y reconoció el milagro atribuido al cardenal, fue aprobado por el papa Francisco el 8 de noviembre.
El milagro de Pironio es la curación sin explicación científica de Juan Manuel Franco, un bebé de Mar del Plata que en 2006 tenía 15 meses cuando salió de un cuadro de coma profundo luego de que sus padres rezaran a la figura del cardenal.
El 1 de diciembre de 2006, Franco aspiró por error el contenido de un recipiente con purpurina (una sustancia pequeña hecha de pedazos de plásticos copolimerizados y metales), por lo que quedó en un cuadro de coma profundo.
Con el niño gravemente afectado, sus padres rezaron durante 13 días a una estampita de Pironio, obsequiada por un sacerdote de la parroquia San Antonio de Padua, y luego el niño se despertó sin rastros de elementos tóxicos en sangre.
Beatriz Buzzetti Thomson, vicepostuladora de la causa de beatificación de Pironio, procedió desde 2008 a la investigación de la curación completa del niño, sin secuela alguna.
Su historia
Pironio nació en Nueve de Julio, provincia de Buenos Aires, el 3 de diciembre de 1920. Fue el hijo número 22 de Giuseppe Pironio y Enrica Rosa Buttazzoni, emigrados a la Argentina ya como matrimonio desde la región de Friuli, Italia, en 1898.
Completados sus estudios eclesiásticos en el Seminario San José de La Plata, fue ordenado sacerdote el 5 de diciembre de 1943. Tras su ordenación, fue nombrado asesor eclesiástico de los Jóvenes de Acción Católica (AJAC) de la diócesis de Mercedes y, posteriormente, fue designado Asesor Nacional de la Acción Católica Argentina.
Fue obispo auxiliar de La Plata y luego se convirtió en el segundo obispo de Mar del Plata. Aquí se desempeñó entre 1972 y 1975, tiempos convulsionados en la Argentina que no le impidieron a Pironio dejar su huella, entre otras cosas con la creación de la hoy tradicional Marcha de la Esperanza.
Durante un tiempo fue secretario y luego presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam). En 1975, el papa Pablo VI lo llamó a Roma y lo designó prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Más tarde, Juan Pablo II lo designó presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, desde el que promovió las Jornadas Mundiales de la Juventud, que se siguen haciendo de forma trianual con la presencia del Papa.
Falleció el 5 de febrero de 1998, en Roma. Ocho años después, más precisamente el 23 de junio de 2006, se abrió la fase diocesana del proceso de beatificación y canonización, cuyo principal actor es la Conferencia Episcopal Argentina.
Tras su fallecimiento, el cardenal Pironio fue declarado “siervo de Dios” por el papa Benedicto XVI el 23 de junio de 2006. El 18 de febrero de 2022, el papa Francisco autorizó la publicación del decreto de la Congregación para las Causas de los Santos que reconoció la heroicidad de sus virtudes, por lo que la Iglesia también lo considera “venerable”.