Quilmes lo disfruta y volvió ganar. El estadounidense hizo 41 puntos, la mitad de los 82 con los que le ganó a Sionista por diez.
Por Marcelo Solari
Quilmes ganó otra vez. Robusteció sus esperanzas con otra victoria en Once Unidos y otra monumental producción ofensiva de Walter Baxley, autor de 41 puntos, la mitad de los puntos de su equipo, que venció anoche a Juventud Sionista de Paraná, por 82 a 72.
La muy agresiva defensa de la primera línea provocó algunos errores de traslado en la visita (11-5) y los platos rotos los pagó Charlie Westbrook, reemplazado por Ariel Pau, quien se mostró mucho más activo y productivo, aunque Quilmes marcaba el paso con su ataque en transición para despegarse 17-10. El mencionado Baxley abrió aún más la brecha (22-14), con 11 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias en el primer cuarto. Un cuarto que Quilmes no logró cerrar bien, aunque se llevó una ventaja lógica de acuerdo al desarrollo favorable.
Algunos descuidos defensivos frente a un equipo limitado no le permitieron terminar de establecer una postura dominante. Sionista, con el ingreso de Juan Ignacio Jasen, obligó al local a modificar la formación con tres perimetrales. Y propuso varios cambios defensivos con los que logró complicarle la vida al ataque “tricolor”.
De todas maneras, una recuperada defensa interior propició nuevas réplicas en velocidad y una luz de 31-23 a 4m35s del descanso largo.
Visualmente, Quilmes jugaba mejor y parecía marcar diferencias que no se reflejaban en el marcador. Algunas carencias atrás y un flojo 2/11 en triples en la primera mitad se lo impidieron.
Al mejor comienzo de Quilmes al reanudarse las acciones (44-33) le respondió Sionista con dos triples de Facundo Giorgi para acortar enseguida a 44-39. Casi una fotografía global del partido hasta allí. Con Quilmes amenazando con escaparse pero sin terminar de poder hacerlo. Al igual que el segundo parcial, el tercero también quedó empatado y Quilmes entró al segmento final con aquellos 6 puntos de ventaja obtenidos en el capítulo de apertura, cuando podía haber estado bastante más aliviado.
Diego Romero, sin demasiada claridad pero con empuje obtuvo réditos cuando fue para adentro, aunque la brecha era escasa. Hasta que un gran atrape entre Maximiliano Maciel y Luca Vildoza sobre Westbrook provocó un robo y la posterior rúbrica de Baxley (63-54).
Luego del tiempo muerto solicitado por Santiago Vesco, el propio Baxley anotó un triple desde la esquina y allí asomó la sensación de que el local empezaba a torcerle la muñeca a su oponente. Lo que se profundizó segundos después, cuando el goleador anotó un doble con bonus desde la línea, jugada tras la cual fue descalificado Leather.
Y Baxley, siempre él, con un nuevo triple -a esa altura llegó a 39 puntos- puso a resguardo las expectativas de su equipo (77-63, a 3m30s del epílogo). Sin piernas, fue sustituido por Bruno Sansimoni en el minuto final. No pudo igualar o quebrar su récord en la Liga (42 puntos), pero se ganó una cálida -y merecida- ovación de todo el estadio.