NUEVA YORK, Estados Unidos.- Alfio Basile, el último entrenador que había traído la Copa América y el periodista Horacio Pagani tuvieron un encuentro muy especial en el crucero en el que fueron invitados especiales de la Peña de Boca Manhattan Azul y Oro en la noche del sábado. Y fue con un escocés, y no precisamente el “scotch” que también reclamaba Coco en el lugar y que luego fue bien servido.

A quien trajeron al reservado de una fiesta de 450 personas que Coco compartía con Pagani y señora, Jorge Ribolzi, Roberto Pasucci y este periodista de LA CAPITAL fue a uno de los dos únicos futbolistas escoceses que jugaron en la historia de de Boca, Peter Miller, a quien Coco conocía de un viaje cuando dirigía a la Selección y que Pagani había visto en acción en la Bombonera. “!Qué hacés Peter Milaaaa!”, mandó Coco exagerando la buena pronunciación en inglés, como habitualmente le gusta al hombre del “no comment”.

A partir de ahí se dio una charla muy rica, divertida y extraña con uno de los dos escoceses que jugaron en Boca, y que ahora vive en Nueva York. “No fui una estrella pero puedo guardarme en el corazón que jugué en la Bombonera y que sí soy parte de una estrella del escudo, porque salí campeón en el equipo del 64”, le recordó Miller a LA CAPITAL con perfecto español pero con pronunciado acento inglés-escocés.

Se trató de una noche muy especial, una fiesta inolvidable muy bien organizada por los 6 conductores de Manhattan Azul y Oro, Alessandro Uva, Gabriel Jensen, Eduardo Aghilera, Pablo Spadavecchia, Juan Carlos Faisca y César Robio, con la conducción del colega “Tato” Aguilera”. Cena y baile arriba de un barco que recorrió toda la costa del Río Hudson y que provocó el asombro del propio Coco Basile cuando pasó junto a la estatua de la Libertad. Se designó como padrino y se le agregó el nombre de Jorge Ribolzi a la Peña y el Ruso tuvo el gran gesto de regalarles para que quede en Nueva York la Copa Intercontinental original ganada por él con Boca en 1978 ante Borussia (“Armando era vivo hasta en eso, exigió que le den 17 copas originales, así teníamos una cada jugador”, explicó). Ribolzi fue gran protagonista de aquella doble final, al marcar un gol en el 2 a 2 de la ida (3-0) en la vuelta.

La velada fue a beneficio de la Fundación Sumando Manos, que no solo recaudó el alto valor de la entrada para seis escuelas de Chaco y una de Misiones, sino que una de sus integrantes con mucha simpatía se paró en la entrada del reservado y cobró 10 dólares para la Fundación a cada uno que quisiera sacarse una foto con Basile o Pagani, quienes se prestaron gustosos a la ayuda.