La presidenta del bloque de concejales de la Unión Cívica Radical, Vilma Baragiola, solicitó al gobierno provincial el regreso de las obras de construcción privada en Mar del Plata: “no existen razones para que se encuentre impedida de desarrollar sus actividades normalmente”, mencionó.

La solicitud de Baragiola al gobernador Axel Kicillof se dio este lunes a través de un proyecto de comunicación elevado al Concejo Deliberante, con el objetivo de que el sector sea autorizado a retomar la actividad en el marco de la huelga “a la japonesa” que obreros de la construcción mantienen desde el viernes en Mar del Plata y tras la permanencia en la fase 3 del aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Para la concejal, el retroceso de la ciudad en el sistema de fases provincial -que trajo como consecuencia la paralización de las obras privadas-, “ha obligado a un gran número de vecinos a volcarse al trabajo informal, las comúnmente conocidas changas, en las cuales ante la ausencia de un protocolo, aumenta significativamente el riesgo sanitario“.

Previo a pasar a la tercera etapa de la cuarentena, en Mar del Plata había 650 obras privadas que se encontraban activas y más de 7.000 personas trabajando sin contagios desde el 11 de mayo, detalló la edil. También mencionó que más del 90% del personal se traslada por su propia cuenta o en vehículos provistos por las empresas, sin la necesidad de utilizar transportes públicos.

Por todo esto, el bloque de concejales presidido por Baragiola aseguró que “no existen razones para que, a diferencia de la obra pública y el resto de la industria, la obra privada se encuentre impedida de desarrollar sus actividades normalmente”.

Además -indicó- que a nivel estadístico, los números colocan a la actividad entre los sectores con menor riesgo de contagio, ya que no implica rotación de terceros; se desarrolla al aire libre y con distancias interpersonales considerables.

En ese sentido, la concejal recordó que la actividad “fue habilitada con protocolos de seguridad e higiene muy estrictos, acordados con la Uocra y la Cámara Argentina de la Construcción” y que “se han venido desarrollando sin ningún tipo de riesgos para quienes trabajan y para terceros”.

“La reactivación de la obra privada no solo garantiza que cientos de personas puedan trabajar en forma directa, logrando un salario digno, sino también generando un importante movimiento económico a raíz de lo que estas construcciones producen en forma indirecta”, cerró Baragiola.