MIRAMAR (Corresponsal). – Pese a que marzo promete por el momento una seguidilla con días de calor para aprovechar de la playa, el balance de la temporada estival desde los diversos sectores turísticos ya está hecho.

En ese contexto, con todas las vicisitudes que conlleva la pandemia y los protocolos sanitarios, para los concesionarios de balnearios en Miramar el análisis económico “es malo”, potenciado aún por un clima que se comportó de manera irregular, tanto en enero como febrero.

La incertidumbre reinante y el escaso presupuesto, sumado a las dudas de muchos a salir de vacaciones o el temor ante el distanciamiento social, generaron un boicot sobre las operaciones de alquiler en las unidades de sombra.

“Los ingresos económicos son muy malos en general, enero levantó un poco en la segunda quincena porque los días se presentaron mejores, pero luego vimos una primera quincena de febrero horrible donde prácticamente no hubo días de playa y el fin de semana de carnaval – a pesar que fue récord de turistas este verano -, se perdió prácticamente para nosotros”, expresó ante LA CAPITAL, Sebastián Alessi uno de los referentes de la Cámara de Balnearios.

En números finales, hubo una marcada irregularidad con ocupaciones de carpas y sombrillas entre un 30%, 40% y en ciertos casos hasta 50%, dependiendo especialmente los sectores del centro y norte. Los fines de semana los números subieron en ciertos casos hasta el 70%.

Más allá de esto, los concesionarios manifiestan una gran preocupación a futuro, no sólo por el hecho de haberse visto limitada en gran medida la actividad, sino también porque desde el municipio les comunicaron el aumento del 30% en el canon.

“Vamos a ver cómo seguimos, nos sentaremos a dialogar con los colegas y analizaremos. Pensamos que íbamos a pelearlo para no pagarlo ante esta temporada desastrosa pero no creo que eso sea posible. Igualmente trataremos de seguir conversando con las autoridades del municipio”, reflejó Alessi.