Un hombre de 29 años fue baleado el miércoles a la noche cuando se encontraba en el cruce de las avenidas Luro y Arturo Alió, y se sospecha que se trató de un ajuste de cuentas.

Si bien en un principio trascendió la versión de que la víctima había sido herida durante un asalto, fuentes de la investigación del hecho manifestaron que cuando la policía le tomó declaración en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), se negó a dar detalles de lo ocurrido.

Todo comenzó minutos después de las 23.30 del miércoles, cuando el hombre caminaba por Luro y Arturo Alió. En ese lugar, al menos dos personas lo interceptaron y le dispararon en el antebrazo izquierdo. Luego, escaparon.

La víctima fue trasladada al HIGA, adonde fue internado a la medianoche, en estado consciente. “El herido ingresó lúcido y tras las primeras curaciones se confirmó que su estado de salud no revestía gravedad alguna”, indicaron desde el establecimiento sanitario.

Entonces, los médicos le realizaron las curaciones necesarias y le dieron el alta, pero antes los uniformados del destacamento ubicado dentro del nosocomio lo entrevistaron para conocer qué había ocurrido.

En ese momento, el herido se negó a dar detalles del hecho y tampoco quiso identificar a los autores. Entonces, lo que había comenzado a investigarse como un ataque en el marco de un intento de asalto pasó a ser considerado como un ajuste de cuentas.

La sospecha de los uniformados se erigió en la falta de interés de la víctima en esclarecer el caso, comportamiento que habitualmente obedece a “códigos” delictivos. Una vez que finalizó la diligencia, los policías de la comisaría decimosegunda -con jurisdicción donde se produjo la agresión- que habían recibido las actuaciones preliminares de parte de sus pares del HIGA notificaron del caso al fiscal Juan Pablo Lódola, quien quedó a cargo de la pesquisa.