Según lo define el mismo Pedro Aznar, “Contraluz” es un disco atravesado por “una colección de canciones muy estimulantes y divertidas de tocar en vivo”. Serán ellas las protagonistas del recital que ofrecerá esta noche en Mar del Plata, en el escenario del teatro Radio City (San Luis 1750), a partir de las 21,30.

“En la grabación suenan frescas y directas, y en el escenario son un cañón”, sigue el músico sobre su último “hijo” musical y asegura que el material está fuertemente apoyado en las letras. “Fueron las letras, en muchos casos, los disparadores” de cada uno de los estilos que musicales que aparecen reflejados. Desde pop, bolero, rock, folclore y ranchera.

“Cada canción es su propio mundo, en lo poético y en lo musical. Pero hay un hilo conductor en la sonoridad, en el criterio de los arreglos, en el foco general. Esta fusión de rock con música de raíz es el camino que profundicé en mi disco ‘Cuerpo y alma’ de hace ya casi dos décadas, y hoy es parte indivisible de lo que hago”, agregó para LA CAPITAL.

– ¿Cómo fue el trabajo de buscar el sonido de este disco?

– La banda trabajó con la premisa de buscar sus propios arreglos y timbres, en muchos casos, y los muchachos hicieron un excelente trabajo con eso. Hubo varias cosas que grabamos “en vivo en el estudio” (tocando todos juntos, como en un escenario). En algunos casos copié exactamente el tempo de los bocetos que hice al componer, o dejamos como base el primer instrumento que grabé como referencia y tocamos arriba de eso, para preservar esa primera intención, que muchas veces es imposible de volver a lograr en la atmósfera “controlada” de un estudio profesional. Todo eso le dio al disco una inmediatez, intimidad y respiración muy especiales.

– ¿Te sentís interesado en seguir explorando en las posibilidades del sonido, en seguir esculpiéndolo?

– Cada disco que hago tiene un sonido un poco distinto, porque creo que esa variable es una parte fundamental de lo que comunican las canciones o, mejor dicho, de cómo lo comunican. No repito fórmulas, busco todo de nuevo desde el principio, con un acercamiento fresco, buscando que el nuevo disco en el que esté trabajando en el momento “elija” para dónde quiere ir. Busco (el sonido) hasta que encuentro, ni más ni menos que eso.

– ¿Qué suele aparecer primero, la música, la letra o todo junto?

– No siempre es igual. Hace diez años era casi siempre primero la música, pero desde “Quebrado” para acá (esa letra, de hecho, la empecé a escribir como un poema, hasta darme cuenta que “quería ser” una canción), vengo dándole, en muchas oportunidades, el arranque a la letra o al título. ¡Estoy poniendo más frecuentemente al músico a trabajar para el poeta! (Risas).