Ávila regresó con gloria y ya tiene una defensa confirmada
La consagración del púgil marplatense en Alemania le abren buenas perspectivas. Firmó dos defensas obligatorias en el exterior de su título Youth Intercontinental ante rivales a designar. Trabajador hasta hace muy poco en una planta pesquera, ahora se dedicará exclusivamente al boxeo. "Lo esperaba, la habíamos preparado muy bien", aseguró.
La felicidad de "Fachín" Ávila con su cinturón de campeón mundial juvenil. El marplatense tuvo un sábado glorioso.
Leonel Ávila, antes de las Pascuas, tuvo su Sábado de Gloria. El último sábado logró un impresionante nocaut en la ciudad alemana de Stralsund sobre el local Max Suske y se quedó con el título Youth Intercontinental del Consejo Mundial de Boxeo. En buen criollo, un título mundial juvenil.
“Fachín” llegó ayer a Mar del Plata a disfrutar con los suyos. Lo esperaban todos sus amigos y en casa sus padres, su hermano y su abuela, sus fanáticos número uno, quienes el sábado se reunieron delante de una computadora para alentarlo a la distancia. Nunca se olvidarán de esa tarde.
“Fue la mejor actuación de mi carrera justo el día más importante. Era por un título mundial, nada menos que del Consejo Mundial”, le dijo Avila a LA CAPITAL.
Todo el mundo sabe lo difícil que en el boxeo es ganar en condición de visitante. Todo suele ponerse en contra. Sin embargo, Ávila resolvió su pleito con una contundencia inusitada.
“De verdad, lo esperaba, la habíamos preparado muy bien. Hubo demasiado trabajo previo con Fernando Sosa y sabía lo que tenía que hacer. Había que ganar y había que salir firme para hacerlo con claridad porque de visitante es difícil hacerlo por puntos. Y así fue. Hubo una caída previa y no hubo conteo; cuando finalmente cayó, lo querían revivir a toda costa”, confesó “Fachín”.
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— Martin Perazzo (@perazzomartin) March 17, 2024
“El plan, de todos modos, no era salir a tirar a lo loco. Suske era duro, sus manos se sentían. Lo hicimos con precaución. La idea era trabajar la pelea y soltarse cuando me diera cuenta de que podía hacerle daño. Salió todo como habíamos planeado”, amplió.
“Sabía que era una buena chance. Hace dos meses que me estaba preparando, dos semanas después de perder en el Luna Park. Fui muy enfocado, pero también tuve tiempo de pasear y recorrer un poco. Tenía mucha confianza”, afirmó el ahora campeón mundial juvenil.
La vida puede cambiar para Ávila a partir de esta victoria. El joven de 24 años hasta no hace mucho trabajaba en una planta pesquera para poder redondear los ingresos, muchas veces esporádicos, que le reportaba el boxeo profesional.
“Sebastián, el dueño de la planta, es un amigo y siempre me dio una mano. Para esta pelea me liberó para que me pueda preparar bien. El trabajo de peón es duro y obliga a un gran esfuerzo diario. Mi idea ahora es dedicarme exclusivamente al boxeo”, proyectó.
Hace poco más de una década sus primeros pasos se dirigieron al gimnasio de Juan Maldonado. Dejó atrás cuarenta peleas como amateur. Y Fernando Sosa guía sus pasos desde que decidió incursionar en el profesionalismo.
“Es un entrenador exigente. Si ve que le ponés dedicación, te aporta mucho. Yo me siento muy confiado tanto con él como con el Gato Olivera. No me puedo quejar. Cuando me equivoqué, jamás me soltaron la mano y siempre me corrigieron”, valora “Fachín”.
Con esa guía Ávila se prepara a emprender una nueva etapa. “Nos ganamos mucho respeto de los alemanes y se vienen cosas importantes. Antes de viajar firmamos un contrato que incluía la cláusula, de ganar, de hacer dos defensas obligatorias afuera del país con rivales a confirmar. No tenemos fecha, pero reglamentariamente tengo cuatro meses para hacer la primera. Para mí es algo grandísimo”, se ilusionó este marplatense que sabía que pasaba un tren importante para su futuro. Y no lo dejó pasar.