Autorizarían un polígono de tiro en una zona residencial y comercial
Funcionaría en un subsuelo blindado de Sarmiento entre Alvarado y Castelli. Quedaría habilitado para renovar los permisos de tenencia y portación de armas.
Un proyecto para instalar un polígono de tiro en la zona residencial y comercial de Sarmiento y Alvarado avanza en el Concejo Deliberante. La iniciativa ya tiene el aval de la Comisión de Obras y resta que la de Legislación lo apruebe para que quede en condiciones de ser tratado en el recinto.
El proyecto de ordenanza, elevado por el gobierno municipal anterior y con el visto bueno del de Carlos Arroyo, autoriza a Juan Fernando Orsini a afectar con el uso de polígono de tiro el edificio a erigir en Sarmiento al 2900.
La autorización legislativa está condicionada a que el sitio respete las normas previstas por el Registro Nacional de Armas (Renar) referidas al orden físico y funcional de la actividad y a la seguridad pública.
En el lugar, que de aprobarse la iniciativa estará habilitado para hacer las pruebas necesarias para obtener la tenencia y portación de armas, no se podrá en cambio manipular pólvora ni fulminantes. También estará prohibida la recarga de municiones dentro de los límites físicos del edificio.
A su vez, el acopio de municiones de los diferentes calibres para armas cortas se deberá ajustar a lo establecido por el Renar.
Aunque llame la atención un polígono de tiro en esa zona, la concejal radical Cristina Coria, presidenta de la Comisión de Obras, aseguró a LA CAPITAL que “es una actividad lícita” que para funcionar necesita cumplir “muchos requisitos”, la mayoría de los cuales “no son municipales, sino del Renar”.
¿Por qué el Concejo debe autorizarlo? “No porque sea una excepción. Viene al Concejo porque es un servicio especial que siempre está sujeto a revisión”, explicó Coria.
Mencionó que el Concejo lo único que hace es “otorgar el uso”. “La habilitación no la hacemos nosotros. El que controla los planos, los requisitos, las medidas, es el Ejecutivo, y en este caso el que habilita es el Renar”, apuntó.
Según el proyecto, “la autorización otorgada de mantendrá vigente siempre que el permisionario dé cumplimiento, en caso de existir, a los convenios de regularización fiscal suscriptos con la Municipalidad, de manera continua e ininterrumpida desde el momento de iniciar el trámite y aun durante todo el tiempo que conlleve” el procedimiento administrativo.
El secretario de Planeamiento, Guillermo de Paz, avaló el expediente. “La verdad es que, en líneas generales, más allá de que uno lea a veces las cadenas de opinión que hay sobre distintos temas, me parece que hay bastante desconocimiento. No creo que un polígono subterráneo, encerrado y bliandado sea un sitio inseguro”, subrayó Coria.
En cuanto al uso de armas, señaló: “El que utiliza el polígono para hacer la prueba, la compra en el circuito formal y los requisitos para obtener una tenencia de arma son sumamente complejos”.
Idas y vueltas
El expediente fue enviado al Concejo en febrero de 2015. De acuerdo con la anterior administración, el propietario tenía la autorización de los vecinos y el polígono sería una opción para quienes quisieran renovar sus permisos de tenencia y portación de armas, que hoy sólo pueden hacerlo en el Tiro federal.
Pero el proyecto pareció frenarse el año pasado luego de que el entonces secretario de Planeamiento, José Luis Castorina, advirtiera que Orsini quería desistir de la iniciativa. “Mientras el funcionario decía eso, el solicitante nos aseguraba que necesitaba que el expediente avanzara”, contrastó Coria.
“El bloque de Acción Marplatense y el secretario de Obras decían que el expediente debía ser devuelto. Eso generó algunas dudas. Cuando volvimos con el tratamiento, me pareció atinado hacer una consulta al nuevo gobierno para ver si había algún elemento que nosotros no tuviéramos en cuenta, porque se decía que había una nota que pedía la reformulación”, añadió.
Como no hubo ningún elemento nuevo, el trámite avanzó. Pero todavía faltan algunos pasos legislativos para que el polígono de la zona residencial sea una realidad.