BALCARCE (Corresponsal).- Desde Sociedad de Protección a la Infancia plantearon que atraviesan una crisis financiera que podría traer aparejado el cierre de sus puertas y con ello que 21 chicos judicializados se quedarán sin un ámbito para vivir.

Sus autoridades le plantearon al intendente, Esteban Reino, que hace dos meses que no reciben el pago de las becas por los chicos y que no han podido pagar los sueldos a los 22 empleados y con ello se torna muy difícil de sostener la institución.

“Hoy en día tenemos 22 empleados, muchos de los cuales son sostén de familia, y en estos momentos están sin haber cobrado febrero”, reconoció el presidente, Gustavo Biró.

Los miembros de la comisión directiva fueron recibidos por el intendente  Reino para intentar buscar una solución al problema o al menos iniciar gestiones ante Provincia que permitan destrabar la demora en el pago de las becas.

Biró reconoció que el presente de la entidad es sumamente delicado. “La situación es verdaderamente crítica y en caso de no obtener respuestas es real la posibilidad del cierre del hogar”, aseguró.

En ese marco, mencionó que el retraso en el depósito de las becas es un inconveniente que se da en todo el territorio bonaerense y afecta a varios hogares que albergan a niños cuyas familias no pueden hacerse cargo de ellos. “En nuestro caso, esas becas nos permiten cubrir en un 60% los sueldos de todo el personal”, aseguró.

En tanto, reflexionó que “lamentablemente con los eventos solidarios y las cuotas de los socios no damos abasto porque además de los sueldos tenemos otros gastos como la comida, la ropa y los elementos de higiene”.

Los chicos

“Hoy nos encontramos desesperados tocando muchas puertas pero sin ninguna respuesta. Los últimos meses pudimos hacer muchos malabares y logramos cumplir con los sueldos de nuestras empleadas, pero ya no. Hoy por hoy, aún adeudamos el sueldo del mes de febrero”, expresó el titular de la institución.

Asimismo, resaltó que en la actualidad en el hogar conviven 21 chicos y que muchos de ellos son  hermanos y que de tener que distribuirlos en otros lugares dejarían de estar juntos. “Por suerte en nuestra ciudad tienen esa posibilidad de seguir viviendo en familia. Pero en caso de cerrar no podemos garantizar que permanezcan juntos en otras instituciones porque muchas veces son divididos por edades, sexo u otros motivos”, apuntó.

Por último, reflexionó que “desde que asumimos hace casi dos años como comisión hemos trabajado mucho para sacar el hogar adelante, pero cada vez es más difícil. Los sueldos y las cargas sociales son cada vez más difíciles de afrontar pese a los eventos que realizamos. Como así también la compra diaria de alimentos, artículos de limpieza, higiene, escolares y demás”.