El gobierno municipal explicó que la Ordenanza Fiscal vigente lo autoriza a establecer los montos de los anticipos de la Tasa de Servicios Urbanos (TSU), y que emitió las facturas con un 45% de incremento para que el impacto del aumento no sea mayor en los próximos meses.

El objetivo fue “darle previsibilidad al vecino”, dijeron a LA CAPITAL en la administración de Guillermo Montenegro. “Si esperábamos al Concejo, el aumento iba a ser mucho mayor. Y así incluso el 45% es menor a la inflación real”, agregaron después de que el bloque del Frente de Todos acusara al gobierno de aumentar la tasa a pesar de que el Concejo Deliberante todavía no aprobó las ordenanzas fiscal e impositiva: comienzan a tratarse mañana en la Comisión de Hacienda, junto con el presupuesto 2022.

Fuentes del Ejecutivo subrayaron que la TSU es un tributo anual y que el municipio está facultado a dividir los anticipos (es decir, las cuotas) como considere conveniente. “En un momento, se hacía en seis anticipos bimestrales. Después pasó a hacerse en doce mensuales. El problema surge cuando todavía no están aprobadas las ordenanzas fiscal e impositiva”, especificaron.

En ese escenario hay dos caminos: “Uno es cobrar en los primeros meses lo mismo que se venía cobrando el año anterior y cargar los aumentos cuando el Concejo aprueba las medidas. Fue lo que hicimos en 2020, porque el Concejo aprobó las normas en febrero. En ese caso, el impacto del incremento es mayor en la segunda parte del año porque en la primera no se pagó el aumento. El otro camino es equilibrar la suba que estimamos que se va a aprobar para que el vecino pague un monto parejo todos los meses. Es lo que se decidió este año”.

En el caso de 2020, en los primeros tres meses del año el municipio (ya conducido por Montenegro) emitió la TSU con los valores del año anterior. En los siguientes seis meses cargó las facturas con el incremento aprobado y en los últimos tres lo hizo con otro importe superior porque debía compensar lo que no había cobrado en el primer trimestre. Quiere decir que hubo tres montos diferentes a lo largo del año.

“Con esa experiencia, esta vez decidimos hacerlo diferente. Los primeros meses la gente pagará un monto que ya tiene cargado el 45% que creemos que se va a aprobar. Y en la segunda parte del año los anticipos, sumados a los ajustes, darán un monto total similar a lo que ya se está pagando”, detallaron las fuentes.

Con uno u otro esquema, lo que se termina pagando a lo largo del año siempre es lo autorizado. ¿Y qué pasa si, en este caso, el Concejo no aprueba el incremento de 45% propuesto por el gobierno municipal? Las cuotas de los meses siguientes deberán ser menores para compensar lo que se cobró de más. “Por ejemplo, si el Concejo aprueba un aumento de 40%, deberán cobrarse tantos anticipos de 35% como los hubo de 45%, para equilibrar. El vecino en ninguna circunstancia termina pagando de más”, destacaron en la Municipalidad.

El calendario impositivo 2022 fue establecido el decreto 27/22 del 11 de enero, firmado por el intendente y el secretario de Economía y Hacienda, Germán Blanco.