Un hombre de 30 años fue detenido en la madrugada de este jueves acusado de ser el asesino de Kevin Mendoza (28), el joven acribillado de nueve disparos el sábado último en un sector marginal del barrio Bosque Grande.

El detenido es Roberto Becerra (30) y al momento de ser interceptado por la policía se hallaba dentro de un Volkswagen Bora acompañado por otro hombre y una mujer. Tenía en su poder una pistola 9 milímetros con diez municiones, 85 mil pesos y varios envoltorios de cocaína preparados para la venta.

Becerra, un hombre con gran cantidad de antecedentes penales, fue puesto a disposición de la fiscal María Florencia Salas, quien investiga el crimen de Mendoza, el cual ocurrió a menos de 100 metros de donde fueron las detenciones.

En horas de la tarde de este jueves, se llevaron a cabo tres allanamientos en casillas de Pasaje Guerrico entre Tripulantes del Fournier y Pasaje Soler durante los cuales se secuestró una carabina, calibre 22 mm y vainas correspondientes a calibre 9 mm, 22 mm y 380. Por último, en Vignolo al 1700 se hallaron 52 municiones, calibre 22 mm, un casco color negro y camperón negro utilizado por el imputado, según testigos, durante el crimen. Pero principalmente en la vivienda de Becerra los policías dieron con una bicicleta que sería propiedad de Mendoza.

Además de Becerra fue detenida Sandra Urbistondo (45) que ahora deberá responder ante el fiscal Leandro Favaro por la tenencia de material estupefaciente para su comercialización.

El asesinato de Mendoza se registró en horas de la tarde del sábado en Rufino Inda y Tripulantes del Fournier, en un sector rodeado de casillas, una de las cuales, aparentemente, funcionaba como “point”, es decir que desde allí se vendía cocaína. Mendoza llegó junto a otro joven al lugar y bajo circunstancias que se ignoran en sus detalles, fue acribillado. El cadáver quedó sobre la calle de tierra y su acompañante se escapó.

Una rápida pesquisa puso al tema del “narcomenudeo” como trasfondo del crimen y se señaló a Becerra como el principal sospechoso. Horas después del homicidio allegados a Mendoza incendiaron al menos tres casillas e intentaron hacer justicia por mano propia.

Sin embargo, recién en la jornada de ayer, gracias a la interceptación del Bora a solo 100 metros de donde fue el asesinato, Becerra pudo ser localizado.