Atrapan a cuatro travestis que vendían droga en la “zona roja”
Cuatro travestis de nacionalidad peruana quedaron a disposición de la Justicia luego de que la policía les hallara en su poder cocaína. Se dedicaban a la venta en la zona roja de la ciudad.
La venta de droga en la zona Roja de la ciudad por parte de travestis volvió a quedar en evidencia en las últimas horas después de que la policía efectuara un procedimiento y detuviera a cuatro personas de nacionalidad peruana con cocaína en su poder.
Dos travestis de 29 y 35 años cayeron en Rivadavia y Champagnat, mientras que el personal policial sorprendió a dos más, de 22 y 38, en Luro y Chile. Ambos puntos son conocidos públicamente como lugares de ofrecimiento y venta de cocaína, droga que se secuestró durante el operativo.
Anoche la primera pareja de travestis fue detenida en momentos en que caminaban por la calle Rivadavia. Los policías decidieron identificar a cada travesti y en ese momento advirtieron que una de las personas se descartaba de un envoltorio. Al recuperarlo del piso los efectivos policiales comprobaron que era un preservativo en cuyo interior había varios envoltorios de “papeles” de cocaína.
También fue secuestrada una pequeña bolsa que arrojó la otra persona travestida. De inmediato la policía las aprehendió e inició actuaciones por infracción a la ley de drogas.
Una secuencia similar se produjo minutos después en Luro y Chile, donde dos personas travestidas oriundas del Perú se deshicieron de cuatro envoltorios que contenían cocaína.
La zona Roja está ubicada sobre la avenida Luro entre Jara y Champagnat, además de extenderse por esta última hasta la calle Belgrano. Se trata de un circuito en el que se ofrecen servicios sexuales pero que, en realidad, esconde –o no tanto- una actividad mucho más rentable. La venta de estupefacientes genera un movimiento de gente constante y la modalidad de la comercialización es sencilla: los travestis entregan en mano a automovilistas, transeúntes o motociclistas. El intercambio se hace a la vista de todo el mundo.
También se practica otro método que es el del “delivery” y consiste en comunicarse con el vendedor y exigirle el traslado de la cocaína hasta el lugar solicitado. Es frecuente ver travestis movilizarse en taxis para llevar la mercadería al comprador.
Las ganancias por la venta de drogas es escandalosamente mayor respecto al servicio sexual, por lo que muchas personas travestidas se han decantado hacia la primera de las actividades.