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Policiales 19 de septiembre de 2016

Atacan la comisaría móvil del barrio Belisario Roldán

Familiares y amigos reclaman por el hombre que fue abatido el sábado por la noche por la policía. Exigen la entrega del cuerpo para poder velarlo.

Vecinos atacaron con piedras la comisaría móvil del barrio Belisario Roldán, ubicada en 184 y San Lorenzo, en protesta por el hombre que fue abatido por la policía en la noche del sábado.

Hasta el lugar se dirigió personal de la Policía Bonaerense y Local y del CPC, junto a un camión de bomberos para tratar de apagar el fuego originado por la quema de ruedas y otros elementos pero fueron expulsados por los manifestantes.

Familiares, amigos y vecinos de Roberto Avalos lograron reunirse con el comisario de la seccional Jorge Newbery al que la exigen la entrega del cuerpo del hombre fallecido la noche del sábado, para poder velarlo y brindarle cristiana sepultura.

El hecho que originó la protesta

Ocurrió en el interior de la casa de la propia víctima, que tenía 27 años y sufría de trastornos psiquiátricos. La propia familia llamó al 911 cuando el joven, identificado como Roberto Avalos, amenazaba con matar a su padre.

Dos policías mataron a un hombre de 27 años que los atacó con dos cuchillos en una casa del barrio Belisario Roldán a la que habían llegado por pedido de la familia de la propia víctima, ante la imposibilidad de contener un presunto brote psicótico.

Roberto Víctor Avalos recibió el disparo de uno de los dos efectivos policiales luego de que fracasaran varios intentos de reducirlo. Primero lo había intentado su padre, a quien amenazó de muerte mientras exhibía dos armas blancas, después otros familiares.

El hecho ocurrió en horas de la noche del sábado y es investigado por el fiscal Alejandro Pellegrinelli, quien imputó a los dos policías por el homicidio y solicitó el secuestro de las armas halladas en el lugar, aunque no ordenó su detención. Se trata de dos miembros del Comando de Prevención Comunitaria (CPC), que habían arribado a la casa de San Lorenzo 7155 junto a efectivos de la Policía Local tras el llamado al 911 realizado por la propia hermana de Avalos.

Lo que ocurrió pasadas las 22 del sábado en el domicilio mencionado es materia de investigación de la Justicia. Si bien fueron los propios allegados a la víctima quienes pidieron la presencia policial, el desenlace hizo que se enfurecieran con los dos uniformados que dispararon sobre el joven).
Según explicaron sus parientes, Avalos padecía trastornos psiquiátricos y no realizaba tratamientos. Durante la

jornada del sábado, el joven sufrió un brote psicótico que incluyó amenazas de muerte y por eso sus familiares pidieron una ambulancia al 107 y convocaron a la policía.

De acuerdo con la versión de los uniformados, fueron tres patrulleros los que arribaron a la casa del barrio Belisario Roldán. Primero uno del CPC, luego otro y finalmente uno más de la Policía Local.

Esa vivienda no le era desconocida a la fuerza, debido a que en otras oportunidades había sido allanada en el marco de causas vinculadas a la venta de estupefacientes. De todas formas, esta vez la razón del procedimiento fue otra y llegaron al lugar en el que se encontraron con gritos y forcejeos.

Dos de los uniformados ingresaron a la propiedad y fue entonces que Avalos amenazó con matarlos. Inclusive, y conforme la reconstrucción parcial del caso, atacó a los efectivos policiales con los cuchillos que portaba y estos repelieron la agresión disparando postas de goma.

Luego, salió corriendo hacia el fondo de la casa y se encerró en la habitación trasera. Al parecer, los uniformados se quedaron sin proyectiles y eso habría sido advertido por Avalos, quien nuevamente se fue encima de uno de ellos.

El otro efectivo policial, al notar que el joven iba a apuñalar a su compañero en el abdomen, extrajo su arma reglamentaria y lo baleó. Avalos recibió el disparo justo en el pecho y murió segundos después. Pese a ello, fue trasladado al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde los médicos constataron el fallecimiento.

El fiscal Pellegrinelli se apersonó en el lugar y ordenó el secuestro de las pistolas 9 milímetros de los policías y de los dos cuchillos que tenía el joven. La hoja de uno de ellos medía 20 centímetros y la del otro 15.

Además, el investigador constató que uno de los imputados tenía tres cortes en un brazo y el otro el uniforme dañado. Al respecto no dictó medidas restrictivas de su libertad.

De los peritajes que ordenó el fiscal Pellegrinelli no participaron policías, como lo indica el protocolo para casos en los que los acusados son justamente miembros de la fuerza. En su lugar, los informes serán elaborados por personal de la Asesoría Judicial, cuyos médicos también estarán a cargo de realizar la autopsia al cadáver de Avalos, cuyo resultado se conocería en la tarde de hoy.

Luego de obtener tales documentos, el fiscal Pellegrinelli determinará cómo avanza la causa. En las próximas horas también se tomará declaración a los policías imputados y a los testigos del hecho.