Los nuevos defensores del Pueblo asumieron hoy en una sesión especial en el Concejo Deliberante.  Luis Salomón (por las sociedades de fomento), Fernando Rizzi (por los colegios pofesionales) y Daniel Barragán (por las ONG), electos el mes pasasdo, fueron investidos en sus cargos.

Asimismo, se estableció el orden en el que desempeñarán el cargo de Defensor Coordinador, en los términos y alcances dispuestos en la Ordenanza Nº 13.663 y sus modificatorias. Cada uno de los defensores, por un período de 20 meses, ejercerán la coordinación del cuerpo colegiado, en el siguiente orden: Barragán, Rizzi y Salomón.

Después de ser formalmente puestos en función, los flamantes defensores hicieron sus primeras manifestaciones públicas como tales. En principio, Rizzi destacó el rol de los trabajadores de la Defensoría y del Concejo Deliberante, que son “nuestro sostén cotidiano”, y a los concejales, que son “quienes nos permiten trabajar de forma cotidiana, impulsando soluciones juntos a los problemas planteados por los vecinos, para consolidar sus derechos”.

“La Defensoría es un órgano de contralor del Departamento Ejecutivo y de promoción de los derechos ciudadanos. Nos comprometemos a desarrollar un trabajo plural en forma autónoma.
Después, Barragán manifestó su agradecimiento a sus “compañeros de las cooperativas y a quienes han competido conmigo en esta elección, que me han honrado con la disputa, porque juntos tuvimos la misma intención, que es hacer el bien por General Pueyrredon”.

“Ojalá pueda aplicar algo de todo lo que me ha enseñado Fernando Cuesta, mi amigo y mi maestro. Ojalá pueda llegar a su altura en algún momento. El compromiso personal es poner todo el esfuerzo para estar a la altura y solucionar los problemas y demandas de los sectores más desprotegidos de la comunidad, para garantizar sus derechos. Es éste para mí un gran compromiso”, remarcó,

Y finalmente, Salomón expresó: “La base de la comunidad es la familia. Y por eso agradezco a la mía por el acompañamiento permanente. Somos simples ciudadanos con una responsabilidad pública específica, que nos honra y compromete. No debemos olvidarnos de ello. Por eso, sé que vamos a trabajar de manera mancomunada, por el bien público, enriqueciéndonos en nuestras diferencias y potenciándonos en nuestras concordancias”.