Asombrosas derivaciones en la causa por el homicidio de Brandon Romero
Kevin Farías fue arrestado el viernes tras un allanamiento, acusado de cometer asaltos violentos a comercios. En medio del operativo, aseguró que recibió una bala en la axila cuando el subteniente Arcángel Bogado –en defensa de un supuesto robo- disparó y mató a Brandon Romero.
Brandon Romero.
“¿Vienen por lo del domingo?”, preguntó Kevin Farías (20) mientras era esposado por personal de la DDI que había irrumpido en su casa de Carasa al 8600, en el marco de una investigación por robos violentos a comercios. Policías y testigos no entendieron a qué se refería, hasta que el joven, entre forcejeos, dijo que él era quien manejaba la moto en la que iba Brandon Romero, cuando el subteniente Arcángel Bogado le disparó y lo mató en la Ruta 226.
El pasado viernes, en su versión digital, LA CAPITAL publicó una nota titulada: “Detuvieron a un hombre acusado de un asalto a mano armada a un Pago Fácil”, y en la foto se podía ver como personal de la DDI se llevaba a un joven, identificado como Kevin Farías, sospechoso de una serie de robos violentos a comercios.
El fiscal Fernando Berlingeri había imputado a Farías “robo a comercio agravado por el uso de arma”, al considerarlo uno de los autores del robo en junio a un Pago Fácil de La Rioja al 1200. La investigación llevó semanas y a Farías el fiscal llegó tras el análisis de llamadas de Felipe Frías (40), detenido también por robos a comercios y a imágenes de un video en el que se los ve ingresando juntos al Pago Fácil: Frías está armado y apunta al comerciante, mientras Farías se va al fondo del local.
Con estos elementos probatorios, el fiscal Berlingeri le solicitó la orden de allanamiento y detención a la jueza de garantías Rosa Frende, quien aprobó la medida que luego sería realizada por el personal de la Dirección Departamental de Investigaciones.
Hasta el día de la detención, tanto el fiscal Berlingeri, como su par que investiga la muerte de Brandon Romero, Alejandro Pellegrinelli, desconocían que los padres del joven abatido por el subteniente Bogado habían identificado al joven que manejaba la moto en la que su hijo iba ese domingo 5 de julio y que, justamente, sería Kevin Farías.
La familia de Romero, en diálogo con LA CAPITAL, aseguró que Farías se trata del “único testigo“ de lo sucedido, ya que era quien manejaba la moto en la que iba Brandon cuando se encontraron al subteniente en la Ruta 88. Durante toda la semana buscaron reunirse con el joven, para instarlo a declarar y precisamente habían acordado reunirse con él el viernes, en su casa, sin embargo la policía llegó antes y quedó detenido.
Las especulaciones no tardaron en llegar. El sábado la familia de Farías reclamó por redes sociales que su detención era ilegal y que la policía se lo había llevado “solo para callarlo”. Y al reclamo de “Justicia por Brandon Romero” suman el pedido de libertad para Farías.
El fiscal Fernando Berlingeri aclaró que la detención de Farías no tuvo relación alguna con la muerte de Romero, si no que es exclusivamente en el marco de la investigación por robos a comercios a mano armada.
Durante la detención, Farías manifestó que a él también lo había baleado el subteniente Bogado y tenía una herida de arma de fuego en la axila. Personal policial confirmó que el joven presentaba una herida de bala, que no había sido tratada en el Hospital Interzonal y que había sido cauterizada con un cuchillo caliente.
En la casa de Farías la policía secuestró una pistola calibre 22 y una moto, pero no la que manejaba el día que el subteniente Bogado mató a Romero. El joven luego comentaría que la moto que utilizó ese domingo la “descartó” en otro lugar, pero la policía al ir a buscarla no la encontró.
Farías quedó imputado por “robo a comercio agravado por el uso de arma” y se encuentra alojado en la Unidad Penal 44 de Batán. En los próximos días, y tras el análisis del celular que le secuestraron, el fiscal Berlingeri lo podría vincular incluso con otros asaltos en los que está bajo sospecha.
Con este panorama, el fiscal Pellegrinelli podría llamarlo para que declare como testigo de la muerte de Romero, aunque también lo podría imputar por “tentativa de robo”.
Por lo pronto, solo dos personas podrían dar testimonio de lo que sucedió y ninguna de manera imparcial: por un lado el subteniente Bogado, quien mató a Romero y está imputado por el homicidio y por el otro Farías, quien supuestamente manejaba la moto en la que iba el joven y que, según la hipótesis oficial, habría intentado asaltar al policía.
Denuncia de gatillo fácil
La madre de Brandon Romero, Romina, lo recuerda como su “bebé” y este lunes, desde las 10, estará en Tribunales –Tucumán y Almirante Brown- para pedir justicia por su hijo y para que el subteniente Bogado quede detenido, ya que considera que “se trató de un caso de gatillo fácil”.
Brandon Romero tenía 18 años y era panadero. Todos los días entraba a las 5 de la mañana a trabajar en El Molino, en 180 y Moreno. Salvo cuando tenía franco, como ese domingo 5 de julio.
Según cuenta la familia, ese domingo, Brandon se había hablado por teléfono con su novia hasta las 4 de la mañana y se había “desvelado”. Un amigo lo llamó y lo invitó a “dar vueltas en moto”, a lo que el joven aceptó.
La madre de Brandon dice lo que le contaron: su hijo y otros tres jóvenes –que habían estado en una fiesta- iban en una moto y se encontraron con Kevin Farías, a quien Brandon no conocía.
“Por ser el más alto de los cuatro que iban en una moto, Brandon se pasó a la de Farías y siguieron camino, mientras gritaban y se molestaban de vehículo a vehículo”, cuenta la familia. Al llegar a la rotonda del Hipódromo, la moto en la que iban los otros tres jóvenes patinó y cayeron, Romero y Farías no se enteraron de la situación y siguieron por la ruta 226.
Según la versión que le dijo el propio Farías a la mamá de Brandon, en la ruta 226 vieron a un hombre que estaba parado a un costado, con una moto frenada y ellos “pararon para ofrecer su ayuda”. Brandon, que iba como acompañante descendió y se acercó a esta persona desconocida, que resultó ser el subteniente Bogado.
En esta versión no existió ningún intento de robo: Brandon Romero se acercó y, antes de poder mediar palabras, el subteniente Bogado le disparó, le pegó un tiro en cada pierna, uno en el pecho y, luego, lo remató con una bala en la cabeza.
Kevin Farías le dijo a la madre de Romero que vio todo, que el policía también le disparó a él y le pegó un tiro en la axila y que huyó del lugar como pudo, sin notar si un auto arrolló al joven o no.
Para la familia se trató de un caso de gatillo fácil y piden la inmediata detención del policía.
El imputado citado a declarar
El subteniente Arcángel Bogado mató de, al menos, cuatro disparos, uno en la cabeza, a Brandon Romero y si bien el hecho y la autoría no están en dudas, las circunstancias son las que determinarán si el policía actuó en legítima defensa –como considera hasta el momento la fiscalía- o si asesinó a la víctima en un caso de gatillo fácil –como reclaman los familiares del joven de 18 años-.
El policía que trabaja en el Traslado y Custodia de Detenidos declarará el lunes para dar por primera vez, de manera oficial, acusado de homicidio agravado. Si decide hablar, dará su versión en la que ratificará que se defendió en un asalto; paralelamente la familia de Romero reclamará en Tribunales y pedirá que se le tome declaración a Kevin Farías, quien sería el conductor de la moto en la que iba la víctima, pero que fue recientemente detenido en un allanamiento por una causa de robos violentos a comercios.
Fuentes oficiales consultadas por LA CAPITAL confirmaron que el subteniente Bogado no está suspendido ni desafectado de la fuerza. La Policía Bonaerense le otorgó unos días de licencia, para que se sobreponga del “shock” por haber matado una persona y su situación como imputado de un homicidio se aclare.
La versión oficial indica que el domingo, a las 6.50 de la mañana, a Bogado le intentaron robar la moto dos jóvenes, que lo interceptaron en la Ruta 226, a la altura del kilómetro 6. Esa mañana el subteniente –que presta servicio como custodio y traslado de detenidos- se encontraba de franco y salía de la casa de un amigo, era todavía de noche y no se veía bien. Una moto con dos personas lo persiguió y él intentó evadirla, los perdió la vista y luego frenó, pero fue interceptado. Ante esta situación se defendió del supuesto robo, disparó y mató a Brandon Romero, a quien le pegó no menos de cuatro disparos, uno en la cabeza. La otra persona no confrontó contra el policía y huyó.
El fiscal Alejandro Pellegrinelli cuenta con el informe de autopsia realizado por la Asesoría Pericial, ya que al estar involucrado un miembro de la fuerza, la Policía Científica no puede actuar.
Según el informe preliminar de autopsia, Romero recibió varios disparos (con siete orificios de balas), uno en la cabeza. La certeza respecto a la cantidad exacta se conocerá el lunes, cuando se le presente al fiscal el informe final. Las otras pruebas científicas que faltan son las balísticas, que podrían determinar si hubo disparos de otras armas ajenas a la del policía.
La fiscalía también solicitó las imágenes de la cámara de seguridad que se encuentra en la rotonda del Hipódromo. Si bien a la hora del hecho estaba todavía oscuro, esperan poder encontrar imágenes de un auto que habría arrollado a Romero, para identificarlo y poder llamar a su conductor para declarar.
El lunes, el subteniente Bogado declarará como imputado de homicidio agravado frente al fiscal Pellegrinelli y se espera que dé una versión de los hechos justamente en sintonía con lo que ya comentó extraoficialmente.