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Policiales 28 de diciembre de 2024

Asesinato y venganza en el barrio Malvinas Argentinas

El crimen de Sebastián Medina desató una venganza en el barrio Malvinas Argentinas. Quienes fueron a cobrarse el crimen terminaron matando al padre de un joven al que acusan de haber participado en el asesinato.

Sebastián Medina.

Muerto 1: Sebastián Medina, 36 años. Un disparo en la espalda mientras estaba frente a un “point” de drogas del barrio Malvinas Argentinas.

Muerto 2: Aníbal Raúl Barrionuevo, 63 años. Un disparo en el cuello, dos días después, mientras se encontraba sentado en el sillón de su casa, a solo tres cuadras del “point”.

 

El asesinato de Medina se cobró en el barrio Malvinas Argentinas con el precio más caro del mercado del hampa: con otro asesinato. Y vaya si se lo cobraron a “El Rata”, el hombre al que le atribuyen desencadenar el crimen de Medina, que le terminaron matando a su padre, el “Gordo” Barrionuevo.

Se trata de una de las historias criminales más sangrientas del año en Mar del Plata y que tiene un visible entrecruzamiento de distintas problemáticas: marginalidad, venta de drogas, desamparo familiar, ausencia de los controles estatales, anomia, violencia y en particular, la venganza, algo que es propio de los submundos delictivos pero que esta vez alcanzó su expresión más extrema.

La secuencia se inició a las 17 del lunes pasado frente a un “point” de la calle Brandsen al 8200. No cualquier “point”, sino el mismo que había sido allanado diez días antes por la Policía Federal. A ese lugar llegó Medina -sí, en plena tarde, nada de esperar la noche- para discutir un tema de compra-venta de drogas. Algunos dicen que fue por un teléfono celular, otros que todo sucedió en el momento. Nadie duda que fue una discusión por drogas.

Medina no era un delincuente peligroso, pero sí tenía prontuario e incluso una reciente condena por una causa impulsada por la Fiscalía de Flagrancia debido a un robo. Un año y medio de buen comportamiento obligado. Porque de eso se trata la prisión en suspenso: la Justicia aplica un plazo de prisión en suspenso, en flotación, que solo se ejecuta si el condenado comete algún nuevo delito. De haber estado preso, tal vez hoy Medina estaría vivo.

Especulaciones contrafácticas al margen, Medina llegó el lunes acompañado por un amigo y en la puerta del “point” se encontró con ellos “El Rata”. Reclamo va, excusas vienen, la situación se desmadró en un instante y Medina se tomó a golpes de puños con “El Rata”.

Esta situación la narró el amigo de Medina, el único de los allí presentes que dio una versión de los hechos. Ese hombre aseguró que en el momento en que Medina discutía con “El Rata”, quien salió con un revólver en sus manos fue “La Colo”, la adolescente de 16 años que se encuentra aprehendida y que se presentó ante la Justicia asegurando ser la homicida.

Según esa declaración “La Colo” primero gatilló y el disparo no salió, y entonces su amigo Medina le pegó una trompada a “El Rata”. Recién ahí ambos corrieron para ponerse a resguardo y a unos metros el segundo disparo sí lanzó un proyectil, que impactó en la espalda y atravesó el cuerpo de Medina.

Lo curioso de todo el episodio criminal estaba por venir. Primero, a Medina intentaron trasladaron al HIGA (Hospital Interzonal General de Agudos), pero fue en vano ya que su muerte fue cuestión de unos pocos segundos.

El martes de Navidad la policía ya contaba con la información de que una “parejita” había participado del asesinato de Medina. No había mayores datos que esos y no hubo detenciones.

El miércoles tampoco hubo novedades, excepto la de los rumores que decían que “El Rata” estaba desaparecido porque había gente que lo buscaba para matarlo.

El "point" que había sido allanado el 13 de diciembre.

El “point” que había sido allanado el 13 de diciembre.

Tal vez fueron esos mismos rumores los que el jueves llegaron a oídos de “La Colo”, quien decidió entregrarse y “hacerse cargo” del asesinato. Sin embargo, la venganza ya se estaba ejecutando. La idea de ir a cobrarle el crimen a “El Rata” estaba en marcha y nada podía detenerla.

Muerte en el sillón

Aníbal Rául Barrionuevo (63) era el padre de “El Rata”. Vivía en una casa de la calle Rauch, entre Brandsen y French. En la tarde del jueves estaba sentado en el sofá haciendo lo que solía hacer: mirar televisión. Era una persona con sobrepeso y muchos en el barrio aseguraron que si alguien entraba en su casa lo iban a encontrar en el sofá.

Así fue como lo encontraron los asesinos esa tarde. Probablemente hayan ido en busca de su hijo, “El Rata”, aunque su ausencia desde el crimen de Medina entregaba muy pocas posibilidades de que dieran con él. Entraron de todos modos y realizaron un par de disparos contra Barrionuevo. Uno de los proyectiles ingresó por el cuello, con recorrido descendente para terminar incrustado en la región lumbar.

Los asesinos, que serían dos hombres, escaparon con rumbo desconocido en el atardecer del jueves. Al igual que en el caso de Medina, el homicidio fue aún con luz de día, en un barrio, con decenas de personas dando vueltas por allí.

Familiares de Barrionuevo intentaron asistirlo, incluso trasladarlo al HIGA, pero su muerte estaba ya decretada por la trayectoria destructiva del proyectil.

Imagen ilustrativa

Imagen ilustrativa

Aunque los dos crímenes quedaron directamente conectados, dos fiscales y dos ámbitos distintos los investigan. Debido a que “La Colo” es menor de edad, quien intervino fue el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, a través de la fiscal Mariano Baqueiro.

El abogado Lucas Tornini se presentó como defensor de “La Colo”, quien optó por no prestar declaración a la espera de que se sumaran más pruebas. En un principio corrió la versión de que la menor solo estaba cubriendo al verdadero asesino, pero la declaración del amigo de Medina fue determinante para que se le mantuviera la imputación.

Sin embargo, el detalle curioso -pero no menor- volvió a surgir cuando el testigo participó en un reconocimiento fotográfico. En su declaración había dado a entender que conocía bien a “La Colo”: “Es del barrio Belgrano, pero pusieron el point ahora a la vuelta de mi casa. La conozco porque las veces que he ido a comprar ella vende, ella no vive ahí, va a vender turnándose con otros”. A pesar supuestamente de tener bien claro quién era “La Colo”, en la rueda de reconocimiento… no la reconoció.

El próximo lunes se desarrollará la audiencia en la que la fiscal Mariana Baqueiro debe pedir la prisión preventiva. Al mismo tiempo, con la novedad del fallido reconocimiento, es muy factible que el abogado Tornini solicite la libertad inmediata.

El crimen de Barrionuevo es investigado por el fiscal Fernando Berlingeri y aunque está más que claro que todo fue en el marco de una venganza, no hay hasta ahora demasiados avances en la identificación de los homicidas.

Se cree que gente del entorno de Medina es la que está involucrada en el asesinato, pero con eso solo por el momento no alcanza para siquiera esbozar una incriminación.