El desorden en la casa fue lo primero que vieron los policías cuando ingresaron a la casa de Ituzaingó 4209. Lo segundo fue un gran charco de sangre junto al cuerpo de Fernando Javier Danunzio Lizasoain (45) y en un principio creyeron que era un robo. Pero los 8.900 dólares que estaban cerca del cuerpo, los más de 20 mil pesos en otro sector de la casa y una significativa cantidad de droga derrumbaron la hipóteis y ahora se investiga una venganza.
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anunzio Lizasoain fue asesinado de una certera puñalada en el cuello y, según la autopsia ordenada por el fisal Leandro Arévalo, algunos otros cortes potenciarían la idea de una pelea.

El caso quedó al descubierto en el mediodía del miércoles 13 de marzo, cuando la madre de la víctima llegó hasta la casa para encontarse con su hijo. “Estaba la reja abierta y eso me dio desconfianza”, repitió una vez más la conmovida mujer a un lado de la camioneta de la Policía Científica.

La mujer pidió ayuda para llamar al Comando de Patrullas y poco después el personal policial logró ingresar a la casa por los fondos.

“No parece tratarse de un robo por distintas circunstancias, pero ahora vamos a profundizar el análisis de todos los elementos recogidos y observados por los peritos de la Policía Científica para descartar líneas de investigación”, dijo el fiscal Arévalo ante la consulta de los medios de prensa.

El crimen se registró en una casa ubicada en Ituzaingó y San Juan antes de la medianoche del martes. Precisiones forenses dataron el asesinato entre las 22 y 23.30, un par de horas después de que un vecino viera por última vez a la víctima. A las 20.30 Danunzio Lizasoain arribó a la vivienda e ingresó solo. Ahora se trata de establecer si ya había personas dentro de la casa o si atendió a alguien más tarde. Para ello el visionado de imágenes registradas por cámaras de seguridad urbana podrá ser gravitante.

La escena del crimen

Lo que pudo observar el cuerpo de peritos de la Policía Científica y el fiscal Leandro Arévalo fue una escena del crimen con inconfundibles signos de pelea.

Danunzio Lizasoain fue atacado directamente a la zona alta, ya que aunque presentaba algunos cortes menores la muerte le fue ocasionada por un certero puntazo en el cuello. Manchas de sangre en distintos ambientes fueron una clara evidencia de que la víctima se resistió y que se opuso al ataque de la persona que lo asesinó. Pero el cadáver estaba en el comedor.

Al revisar el inmueble, la policía encontró 8.900 dólares cerca del cuerpo, más de 20 mil pesos en otro sector y marihuana, tanto en un bloque compactado como en envoltorios.

El hallazgo del dinero, tan a la vista de los autores del crimen, hizo perder terreno casi hasta desestimarla a la hipótesis del homicidio en ocasión de robo.

La víctima era usuario de una camioneta con la que realizaba reparto de galletitas y trascendió que en el interior del habitáculo también había material estupefaciente.

La autopsia efectuada en horas de la tarde de ayer determinó lo que se especulaba: que la causa de la muerte había sido el ataque con arma blanca, la cual no fue hallada en la casa.