BALCARCE (Corresponsal)

La comisión que se encuentra monitoreando la laguna Brava descartó que existan inconvenientes para realizar actividades acuáticas en el ojo de agua teniendo en cuenta que el agua no está contaminada. Fue luego de que en los últimos días apareciera un gran manchón verde en el agua que provocó inquietud entre quienes concurren habitualmente.

Vale recordar que hace más de un año se produjo una importante mortandad de peces en ese ámbito y eso motivó que se comience a estudiar concienzudamente diferentes aspectos para conocer cómo evoluciona el agua por las actividades que genera el hombre.

El director de Medio Ambiente de la comuna, Pedro Platz, comentó que “como está la laguna no hay riesgos de que la gente se pueda bañar. Se supone que no puede haber una nueva proliferación de estas algas”.

Sin embargo, aclaró que “si se ve una mancha que indica que existe una densidad de algas en un sector se aconseja que no se bañen en ese lugar. Tienen que buscar el lugar más apropiado para hacerlo. Pero se pueden bañar sin problemas”.

En tanto, el funcionario municipal indicó que “no hay contaminación. Es una mancha que se traslada en la laguna en función del viento. Es superficial, no tiene profundidad dentro del agua”.

En ese marco, dio a conocer que durante los meses de agosto, diciembre y marzo se hacen muestreos que luego sirven para ser analizados. “Tenemos que hacer un seguimiento preaplicaciones de agroquímicos en diciembre y post aplicaciones en marzo para ver si existe una incidencia”, afirmó Platz.

El objetivo de la comisión que está integrada por una bióloga del Conicet y los integrantes del Club de Pesca que tienen a su cargo la guarda de la laguna es verificar si existe la posibilidad de la afectación desde algún campo cercano con los productos que se le colocan a la tierra. “Puede haber una afectación a través de todo lo que se puede lavar desde los campos cuando llueve. El arroyo Tajamar no traería ningún aporte y estaría a resguardo. Aunque también hay pendientes naturales que se originan y desembocan en la laguna”, explicó Platz.

Los ojos están puestos en un campo cercano que produce papa porque se sabe que su producción requiere la aplicación de diferentes fitosanitarios que producen nutrientes que podrían alterar la calidad del agua. Por ello, se espera con ansias los resultados de los estudios que se generen en marzo para contrastarlos con los de diciembre y verificar si se produjeron cambios.