Un hombre de 83 años, su esposa de 75 y su hija de 50 fueron víctimas de un violento asaltado perpetrado por tres delincuentes en una vivienda del barrio Parque Luro.

Los asaltantes se apoderaron del vehículo de la familia y con él escaparon con rumbo desconocido, indicaron las fuentes consultadas por LA CAPITAL.

El hecho sucedió poco antes de las 10 de la noche del sábado cuando el matrimonio y su hija arribaban a un domicilio de Falkner al 4100 a bordo de una camioneta Volskwagen Suran. Fue en esas circunstancias que surgieron de la oscuridad tres hombres, uno de ellos armados, para obligarlos a ingresar al domicilio. El jubilado fue atacado a golpes en la cabeza mientras que madre e hija fueron empujadas y tiradas al suelo.

Los delincuentes actuaron con guantes para no dejar huellas y también lo hicieron de un modo violento, maltratando a las víctimas. Luego de sustraer un teléfono celular escaparon en el automóvil Volkswagen, el cual todavía no pudo ser hallado.

En el caso tomó intervención la comisaría distrital primera y la fiscalía a cargo del Mariano Moyano.

Respecto a las víctimas trascendió que debieron recibir asistencia médica por lo golpes propinados por los ladrones.

En las últimas semanas, los barrios Los Pinares, Parque Luro y Villa Primera se encuentran en alerta tras una serie de robos violentos que presentan características similares.

En uno de los casos, ocurrido a finales de octubre, un hombre de 87 años que fue brutalmente golpeado por delincuentes en su casa ubicada en las inmediaciones del club Once Unidos.

Así lo relató entonces sus yerno a LA CAPITAL: “Lo esperaron en el patio y, como no salía, le rompieron una ventana para entrar”. Acto seguido, lo golpearon y en casi tres horas que permanecieron en su vivienda, rompieron el mobiliario en busca de objetos de valor. En ese marco, hasta vaciaron su taller de herramientas.

Los asaltantes, tres hombres vestidos con ropa de color negro, pasamontañas y guantes, utilizaron un automóvil para cargar los objetos robados.

Para la víctima y su familia, el ataque fue premeditado, ya que un vecino les dijo luego que había visto movimientos sospechosos en las medianeras horas antes del asalto e incluso dio aviso a la policía, que patrulló la zona sin detectar nada.

“Creemos que ya estaban escondidos en el patio de mi suegro cuando pasó el personal policial”, sostuvo el hombre.
Dentro de la vivienda, los ladrones exigieron dinero y causaron destrozos: rompieron muebles, placares y dejaron la heladera casi vacía. “Le dejaron medio pote de queso crema que abrieron durante el robo”, explicó el allegado a la víctima.

A pesar de las actuaciones policiales y la intervención de Policía Científica, no fue posible entonces levantar rastros debido a las medidas tomadas por los delincuentes para evitar dejar evidencias.

Los vecinos de la zona explicaron que “no es un hecho aislado” y que otros tres robos con características similares ocurrieron en la misma semana en barrios cercanos.

En uno de ellos, registrado en Ituzaingó y México, un matrimonio fue golpeado tras la rotura de un acceso a su casa. En otro, en la calle Rojas, a pocas cuadras de la avenida Constitución, y en un tercero, cerca de Tejedor y López de Gomara, las víctimas también fueron abordadas por tres ladrones vestidos de negro y con pasamontañas.

En todos los casos se repiten los mismos patrones: son tres personas que actúan con violencia y parecen tener información previa sobre sus víctimas.

Tras esa seguidilla de hechos, el fiscal Mariano Moyano analiza las declaraciones y las pruebas recolectadas, en colaboración con el personal policial de las comisarías cuarta y séptima.